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TINKEDIN

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Le llega un aviso por correo que dice: Solomon Sibideh ha recomendado tu comentario. A las pocas horas ya visualizó tu perfil y te invita a conectar. Tiene una lista de espera de cuarenta y tres contactos, pero a este fulano lo ve distinto y decide presionar el botón. Mi amiga Mila responde entusiasmada (está en búsqueda de una nueva posición laboral). Cae redondita (en el físico somos pinkies). Empiezan largas conversaciones de ida y vuelta, intercambio de fotos, invitaciones para conocer sus respectivos países y demás elementos que logran que Mila crea haber encontrado al tercer amor de su vida. Ni más ni menos que en una red social destinada a hacer crecer tu red de contactos, con miras a mejoras laborales: TINKEDIN, hijito del feliz enlace entre una red que te ayuda a conseguir pareja y otra que te ayuda a encontrar chamba. Es sumamente sencillo. Mila se entusiasmó por las largas conversaciones, algunas románticas. Se pasaban lista de asistencia, por decirlo en término...

Mi BFF

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(Foto de ayer, con mi mejor amiga...YO).  Acabo de tener una sesión interesantísima en mi taller de literatura con una consagrada escritora. Con un estilo bastante frontal, particular y una manera de ver la vida, diferente. Con un libro en el que se abre sin tapujos y escribe desde las entrañas. Nos refirió épocas de niña en las que la buleaban, le decían fea de m, negra de m y demás adjetivaciones de m, que la dejaron marcada al punto de no querer casi verse al espejo. No quería mirar el reflejo de lo “fea” que era. Empezó a crecer como una chiquilla acomplejada y resentida. Cierto o no, oírlo de una mujer hecha y derecha de manera tan natural, fue doloroso. Me quedé pensando cómo esas cicatrices de niños permanecen; por algo son cicatrices: nunca se borran.  Nadie nace teniendo alta autoestima.  Dependerá entre otros factores, de cómo hayamos sido criados en casa, de los amigos y profesores que tuvimos, hasta nuestros jefes influyen en qué tan seguros nos lancemos a la ...

AQUÍ Y AHORA

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Mi post de hoy es el número doscientos. No significa nada, pero ¡se siente muy bien! Mi felicidad dura unos minutos porque luego me entero de un tema laboral, injusto y ajeno, que me encoleriza. Puedes pensar que te levantaste con el pie izquierdo, o por el lado incorrecto de la cama y le echas la culpa a esa situación por tu “mal día”. Nuestra mente es como un globo que sueltas en exteriores, y empieza a volar por aquí y por allá, dependiendo de circunstancias externas. Si te pregunto: ¿estás teniendo un buen/mal día? ¿Por qué? Quizás me respondas: Buenísimo porque sacaron de la oficina a la persona con la que me llevaba mal o me digas: malísimo, porque fui al teatro y la obra resultó un fiasco y gasté por gusto tanto dinero. Me puedes decir “estoy feliz porque salió el sol y pude ir a la playa”. “Estoy triste porque hubo reparto de utilidades y no me tocó lo que pensaba”. Podemos enumerar mil explicaciones. Mientras tu lista de respuestas dependa de condiciones exter...

SE NOS VINO EL HUAICO

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Otro año más. Sabemos que el daño es devastador. Casi podemos predecir el lugar exacto por donde pasará esa tremenda fuerza de la naturaleza. El aumento de caudal de agua desprende casas, árboles, autos y sueños. En minutos arrasa con todo lo que te costó media vida construir. Luego tenemos la foto de rigor seguida de llamadas de alerta, evacuación, muros de contención hechos añicos, puentes que no se caen, se desploman, búsqueda de refugios, devastación, pedidos de ayuda. AYUDA.   Antes de pensar en ser solidarios y EMPÁTICOS, palabrita que nos empeñamos en desconocer, los haters del Perú entero escribirán que nuestra reina Sofía no debe pedir ayuda porque tiene harta plata, dirán que regularmente no dejan ingresar autos a esas lindas playas del Sur, ahora hechas añicos. Dirán que la ayuda se direccione hacia lugares de estratos sociales bajos. Que si llevaste cámaras al ayudar y te tomaste fotos, que esta persona donó más que la otra. Que no pidas bloqueador cu...

¿Feliz día de la mujer?

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Acabo de leer los cinco mandamientos que el diario El País ha elaborado para nosotras: sirven para que nada cambie y para que la mujer siga estando sometida a los arbitrios del hombre, a los designios de la naturaleza, a lo que decida la sociedad sobre nosotras y a la violencia estética que sufrimos desde pequeñas. Estos mandamientos son regios para que sigamos siendo la última rueda del coche y para que nunca nos rebelemos. Te los resumo:  NO PROTESTARÁS   De lo contrario “te verán mal”, “parecerás una feminazi o una frustrada”. No seas hater . No te quejes porque es tu culpa por tu ropa, porque sales de noche, porque paras con hombres, porque tomas licor, ¿ok? Entonces cada vez que un hombre te agreda, de pensamiento, palabra, obra u omisión, será por tu culpa, tu culpa, tu gran culpa. Si recién a los cinco, diez o veinte años encuentras tu voz, será también tu culpa por no hacerlo antes. Si perteneces a alguna minoría, ¡piña! Si eres pobre ¡uffff, ni te cuento! ...

No Valentín, con palo no vale, Valentín

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En mi época de cachimba, con la única responsabilidad de estudiar, solo nos interesaba pasarla bien. Nos juntábamos en alguna casa para bailar, tomar, reír, comer papas fritas y conversar. No existían los celulares así que nadie se distraía un segundo con temas que no fuesen comunes. Nada de Youtube ni Spotify: nos procurábamos cassettes donde fuese, con las canciones de moda: la Más Más del Verano de radio Panamericana y, si tu onda era solo música en inglés, el dial marcaba radio Doble Nueve. El pisco era el licor de los “pobres” y la ¿cumbia? ¡No way!, máximo salsa.  Planeábamos nuestra siguiente fiesta. Se acercaba el día de San Valentín y nadie del grupo tenía enamorado, saliente, novio, amigo cariñoso y menos sugar daddy. Nació el NO VALENTIN. Ningún emperador se opone más al matrimonio, así que el Patrono del amor, el sacerdote Valentín, no necesitaría casar en secreto a las parejas y, por ende, no hubiese sido sentenciado a muerte por desobedecer a la autoridad...

ALTO VOLTAJE

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Me llega un mensaje por whatssapp de una buena amiga de la primera juventud: “¿qué es de tu vida? Me he acordado de ti porque me he metido a un gym cerca a tu casa. ¿Por qué no te animas y nos vemos?” Claramente mi amiga del Británico cuarenta años ha, había visto mis fotos por Facebook y notó que mi necesidad de ejercicio era tan grande como mi volumen. Conversaciones y videos de ida y vuelta me convencen: pues aquí me tienen registrada en algo llamado ALTO VOLTAJE que consiste, básicamente, en que te saquen la mugre a punta de música y de dos hermanas que, a grito pelado, te van animando a seguir. ¡Me encanta! Trabajas con pelotas, pesas o colgada de unos ganchos cual carnicería.  De arranque me doy cuenta que cada vez soy más descoordinada. Todas en perfecta sincronía, alzan pierna izquierda y brazo derecho al ritmo de una tonada pegajosa, intento memorizar una sola secuencia parar ⏹️ de lanzarme al ruedo, pero es inútil. Uso mi consabida excusa: “soy zurda y me ...