AQUÍ Y AHORA

Mi post de hoy es el número doscientos. No significa nada, pero ¡se siente muy bien! Mi felicidad dura unos minutos porque luego me entero de un tema laboral, injusto y ajeno, que me encoleriza. Puedes pensar que te levantaste con el pie izquierdo, o por el lado incorrecto de la cama y le echas la culpa a esa situación por tu “mal día”. Nuestra mente es como un globo que sueltas en exteriores, y empieza a volar por aquí y por allá, dependiendo de circunstancias externas. Si te pregunto: ¿estás teniendo un buen/mal día? ¿Por qué? Quizás me respondas: Buenísimo porque sacaron de la oficina a la persona con la que me llevaba mal o me digas: malísimo, porque fui al teatro y la obra resultó un fiasco y gasté por gusto tanto dinero. Me puedes decir “estoy feliz porque salió el sol y pude ir a la playa”. “Estoy triste porque hubo reparto de utilidades y no me tocó lo que pensaba”. Podemos enumerar mil explicaciones. Mientras tu lista de respuestas dependa de condiciones externas, tu felicidad no será estable pues no podemos controlar ni personas ni circunstancias todos los días. En cristiano: nuestra felicidad estará en manos de otros.  Entonces, si quieres tener un buen día deja de atribuir tu buen/mal estado de ánimo a terceros. Algo así como cuando las empresas tercerizan servicios y los culpas de todo lo malo en tu empresa.

 Intentemos que la fuente de nuestra felicidad provenga de nosotros mismos porque es un estado de ánimo y sus causas reales no deben encontrarse por fuera. Si tienes esa paz mental que no (te) juzga, frustra o hace perder la paciencia, lo puedes lograr. No son las cosas que suceden sino cómo respondes a ellas, lo que también determina tu felicidad. Si tu mente está agitada, aun cuando las circunstancias sean buenas, no podrás encontrar la felicidad. Necesitamos ese estado mental en paz, en el que confías pues es estable. Aquí es donde puedes utilizar la meditación que no es más que la acción mental de concentrarte en ese estado pacífico y positivo. No se trata de cerrar los ojos y que tu mente siga pensando en todo lo que te falta hacer o lograr (un estudio de Harvard dice que nuestra mente divaga, en promedio, un 47% de tiempo). Debe ser una meditación formal en la que te concentras y logras que nada te fastidie, que nada te haga sentir mal.
 Puedes intentarlo sentándote  en el lugar más cómodo que encuentres, con las manos vacías, sobre tus muslos. Intenta sentir tu respiración. Piensa que al exhalar se van todos tus problemas y lo que te perturba, tus frustraciones, como si humo negro  saliese de tu cuerpo gordo. Al inhalar imagina que ingresa aire fresco y limpio que te llena de bienestar.
 Disfruta esos segundos de paz y que te duren todo el día, cada día. Si en el medio del tráfico espantoso permaneces calmado, si ves a tu amigo viajar por los lugares más paradisíacos sin una pizca de celos, si logras querer a todos los que te rodean, si te sientes feliz, donde sea que te encuentres, a pesar de las circunstancias, si vives el presente y no te quedas atascado en ese pasado que te abruma o pensando qué te deparará el futuro incierto, LO HABRÁS LOGRADO. Concentrémonos en que sea un buen día. 
Haz lo mejor que puedas con lo que tengas a mano ya sea una pelota de trapo o del mejor cuero. Es tu elección. 
Practiquemos estar aquí y ahora. 
 Difícil, pero no imposible.

Comentarios

  1. Lindo!! Totalmente de acuerdo, disfrutar del aquí y del ahora, siempre ♥️

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo my dear...

    ResponderEliminar
  3. Aquí y ahora, desde la pandemia pienso igual.
    Patty

    ResponderEliminar
  4. FELICES 200! claro que significa mucho: nos ayudas, nos entretienes y nos enseñas al mismo tiempo
    Gracias, Rox

    ResponderEliminar
  5. Buenas tardes alma de Dios. En primer lugar felicitaciones por los doscientos artículos . Es un logro que se debe reconocer.
    Ahora con respecto a lo justo o injusto que tenemos los humanos al momento de proceder, es otra cosa
    Por eso cada día me acerco más al pensamiento estoico. Para los tiempos que vivimos y para conservar la salud es lo mejor.
    Un saludo cordial y un afectuoso abrazo virtual para todos por casa.
    Gracias por compartir.

    ResponderEliminar
  6. Muy bueno y cierto. Difícil conseguir la anhelada paz en estos tiempos violentos.

    ResponderEliminar
  7. Felicitaciones amiga por las 200 publicaciones!!

    ResponderEliminar
  8. Me encantó. Felicidades por la publicación 200. Queremos leer muchas más. Me gustan estas prosas que tiras al mar.

    ResponderEliminar
  9. Verdad que sí!! La paz interna tiene mucho que ver con tu felicidad. Felicidades por la publicación 200 y que siga la inspiración!!

    ResponderEliminar
  10. Felicitaciones por los 200!! Gracias por compartir, me encanta como escribes

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Silla ocupada

SEÑORAS DE LAS CUATRO DÉCADAS

No te vayas mamá