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¿COVID? ¡Jamás!

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Tengo Covid, a casi tres años de empezar la pandemia y a pesar de cuidarme bastante. Me acabo de contagiar. El bicho sigue al acecho, agazapado y silente, dispuesto a ingresar al cuerpo del que se lo permita. Ahora sí creo lo que dicen muchos estudiosos del virus: tarde o temprano todos, sin excepción, nos iremos contagiando. Muchas reuniones, mucha fiesta y mucho canto…como decía mi abuela “sarna con gusto, no pica”. Lo primero que pensé fue: tengo cuatro vacunas por lo tanto no moriré. La segunda imagen que vino a mi mente fue la primera ola, devastadora, mortal y triste, que presenciamos por televisión, en cadena mundial, como si se tratase de un hecho lejanísimo, que les pasaba a los “otros”. Pensé también, en las personas conocidas que fallecieron por este huésped indeseable, alojado ahora en mi cuerpo redondo. No sirve poner una escoba de cabeza, tras la puerta, deseando que se vaya y no vuelva más. Me entristece sobremanera, pensar en los que no pudieron salvarse, p...

Mario Arenas

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Hace unos buenos años, un grupo grande de adolescentes que no sabía nada de la vida, ni de lo que el futuro les traería, se reunió en el patio del colegio para cantar y moquear con el himno de todas las despedidas escolares: "compañeros de miles de cosas y mil cosas para recordar, emprender el camino elegido, mirar adelante y nunca hacia atrás". No aspirábamos a mucho en ese entonces. La vida consistía en pasarla bien con los grupos que se iban formando y que se frecuentaban. Se divertían. Bailaban, fumaban harto. Al fin de algún año, podría haber un reencuentro al que asistirían como máximo unos veinte compañeros.  Varios emigraron y dejaron regados su pasado, amigos incluidos. Marcharon en pos de sueños. Cumplieron con sus cuotas de amistad, a la distancia: no era posible venir por los benditos papeles. Años después, van y vienen tanto como pueden. Vienen para pasarla bien, como no se la pasa en nigún lugar del mundo.   Volviendo a la canción de marras: hac...

Un siglo de luces

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LA ÚNICA CONSTANTE EN MI BLOG ERES TÚ, MAMI. NO SÉ POR CUÁNTO TIEMPO MÁS, PERO LO APRECIO TANTO ¡TANTO!  CUMPLES 95 -NO-VEN-TI-CIN-CO: ESCRIBIRLO ES ENORME. PESA Y CREA DUDAS PORQUE SÉ QUE EL FINAL DE NUESTROS ENCUENTROS LLEGARÁ MÁS TEMPRANO QUE TARDE: NADIE TIENE LA VIDA COMPRADA.  LO CIERTO ES QUE NUNCA ESTARÉ PREPARADA.  CON MOVIMIENTOS LENTOS QUIERES AYUDARME A HACER MI CAMA. NO SABES ESTAR QUIETA, AUNQUE EL DETERIORO FÍSICO TE EMPIECE A PONER FRENO. TUS PASOS NO SON TAN FIRMES, PERO NUNCA TEMBLEQUES, PORQUE HASTA PARA ESO, TIENES EL CARÁCTER FUERTE.   TUS OLVIDOS EMPEZARON HACE UNA DÉCADA: DÉFICIT DE MEMORIA DE CORTO PLAZO O ALGO ASÍ, FUE EL DIAGNÓSTICO, QUE CASI TODOS CREEN ES ALZHEIMER.   TU VISTA ESTÁ NUBLADA COMO LA CIUDAD QUE TE ACOGIÓ HACE CASI UN SIGLO, DESDE TU PIURA POCO FRECUENTADA. LLEGASTE CON TU HERMANA, MI OTRA HEROÍNA, SOBRE LA QUE ESTOY ESCRIBIENDO UN RELATO. SEGURAMENTE ME CORREGIRÍAS MUCHAS PARTES, PORQUE DONDE NO ...

¡Seamos egoístas!

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De chiquilla fui egoísta y engreída: era la menor, la quinta hermana, una pitufa asmática, en épocas que no había inhaladores: quería toda la atención del mundo. Mis deseos eran órdenes…según yo…   De grande (de edad) uno cambia: te despojas de lo tuyo para darle a tus críos. Te quitas la casaca para abrigarlos a ellos.   De más grande (de edad), me he dado cuenta que sigo siendo egoísta: quiero sentirme muy bien conmigo misma. ¿Qué mejor forma de sentirte bien que mediante un VOLUNTARIADO? No tienes que pertenecer a una ONG -erróneamente denostadas por estos lares- No tienes que inscribirte en una asociación. Basta que ayudes una vez para que te bombardeen con pedidos de auxilio por diversos canales. Me sucedió hace pocos meses. Inmediatamente acepté, antes que pensar en los demás, pensando en lo bien que me haría sentir. Ya sé: egoísta. Lo hago, también, porque quiero dar un poquito de mi tiempo a los demás. A los que necesitan de esas pocas horas, pa...

F.O.M.O

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Acabo de leer un muro de esos amigos que siempre postean algo y te desean un buen día. Decía algo así: si tratáramos a nuestras parejas como tratamos a nuestro celular: tocándolo, estando pendiente de él, llevándolo a todos lados sin perderlo de vista, dejando que capture toda nuestra atención, las relaciones de pareja serían diferentes. Es cierto: nos hemos vuelto adictos al celular, unos más que otros, pero prácticamente todos. Esto puede decirlo un niño de siete años que no sé ¡por qué tendría un celular! Y un mayor de cincuenta. Me veo perdiendo tiempo con reels que -obviamente- pasan lo que quiero ver.  Me veo scrolleando cada cinco minutos y siempre encontraré algo que me enganche por otros cinco y así se me va la vida, celular en mano.  Está comprobado científicamente que los celulares son adictivos. ¿No me crees? agarra tu celular y busca la información con todos los detalles que no puedo darte. Podría hacerte un copy y paste, pero no me gusta el plagio (...

HOMBRE CON H

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Intentando balancear un poco mis ciento noventa posts, hoy te hablo a ti, varón... Al ser imposible pensar como ustedes, se me ocurrió hacer dos preguntas puntuales: ¿qué sienten y con qué sueñan pasada la primera mitad de la vida? Elegí al azar a los "trece del gallo” que están a la conquista de felicidad y bienestar. Mi consuerte reclama, pero esta vez, su opinión no será escuchada…  De mis amigos encuestados, siete radican en el exterior, todos son profesionales, tres son solteros y cuatro,  gays. Dos mencionaron a Dios, tres mencionaron a sus parejas dentro de sus proyectos de vida, de cara a jugarse el segundo tiempo. Dos hablaron de labores filantrópicas y solo uno pidió salud en la vejez. Es mi pequeñísima ficha técnica. Ahhh, todos gozan de cierta estabilidad económica.  Primera conclusión: escriben muy lindo y quieren contarlo todo: les falta tribuna. Anímense a dejar recuerdos escritos. No se olviden que el tiempo y la memoria marchan de manera inv...

Pijamada

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Tengo media hora para llegar a su casa, de lo contrario la podría encontrar dormida y no habría opción alguna de despertarla. Una vez lo intentamos y nos lanzó una patada voladora que la hubiera querido alguno de nuestros seleccionados para concretar el ansiado -cualquiera de los ansiados goles- para el Qatar que no alcanzamos. La recojo con su maletín, pues no es chiquilla de mochilas. Tiene todos sus útiles de aseo, su muda de ropa interior, su tenida dominguera y sus pañales…el tiempo ha retrocedido treinta años, pienso, y sonrío. No estoy recogiendo a alguno de mis bebes para un sleep over, sino a mi mami con sus largos noventicinco. Quiero conversar tanto con ella y ya no puedo. ¡Qué frustrante! Sé que con sus relatos tendría mucho para escribir mi ansiada novela, que no sale, porque nada fluye. De chiquilla no la escuchaba mucho porque estaba en otras notas, con otros intereses, pero ahora mataría porque me contase su vida de joven, sus fiestas, sobre su trabajo. Q...