¿COVID? ¡Jamás!


Tengo Covid, a casi tres años de empezar la pandemia y a pesar de cuidarme bastante. Me acabo de contagiar. El bicho sigue al acecho, agazapado y silente, dispuesto a ingresar al cuerpo del que se lo permita. Ahora sí creo lo que dicen muchos estudiosos del virus: tarde o temprano todos, sin excepción, nos iremos contagiando. Muchas reuniones, mucha fiesta y mucho canto…como decía mi abuela “sarna con gusto, no pica”. Lo primero que pensé fue: tengo cuatro vacunas por lo tanto no moriré. La segunda imagen que vino a mi mente fue la primera ola, devastadora, mortal y triste, que presenciamos por televisión, en cadena mundial, como si se tratase de un hecho lejanísimo, que les pasaba a los “otros”. Pensé también, en las personas conocidas que fallecieron por este huésped indeseable, alojado ahora en mi cuerpo redondo. No sirve poner una escoba de cabeza, tras la puerta, deseando que se vaya y no vuelva más. Me entristece sobremanera, pensar en los que no pudieron salvarse, porque las vacunas no estaban listas. Me da rabia pensar en toda la mala propaganda que hicieron los antivacunas. Personajes conocidos y no tanto que, en el mundo ancho y ajeno, despotricaban a los cuatro vientos que nos iban a colocar un chip y demás tonterías. Pues sea lo que sea que nos hayan inoculado, eso me ha salvado y la estoy pasando piola, a pesar de tener exceso de peso y de ser una tía hipertensa. ¡Todo en mi contra! ¡Gracias investigadores y vacunas que las hicieron posible! ¡Gracias, a los jóvenes y no tan jóvenes en el mundo entero que hicieron de conejillos de indias para que ahora YO esté tan bien! Hablando de ese YO. Haré un mea culpa: tienes que estar enferma para sentir lo que deberías de saber solo por humanidad: EMPATÍA. En esta enfermedad de cinco días, he re-conocido  diferentes clases de personas: los que tienen tino, los que usan el sentido común, (y los opuestos) los que de veras se preocupan, los que sienten nervios de solo hablarte por teléfono. No los culpo pues mis dos primeros días usaba una voz aguardientosa, nadita sexy. Tienes también a los que todo lo saben y te recomiendan con las mejores intenciones: “báñate/no te bañes; bebe líquidos fríos/tibios/calientes/; has reposo/actúa como si nada, toma antibiótico/no tomes nada y demás prescripciones médicas. ¡Qué vademécum ni qué ocho cuartos: mis amigos son los mejores doctores! lo cierto es que lo que a ti te resulta, no necesariamente es bueno para otros. Lo que ayuda, según yo: harta limpieza, harto líquido y harto reposo.

 Es una sensación extraña, ser la apestada en tu propia casa: me doy cuenta que me rehúyen, que aguantan la respiración, que se incomodan. La más clara y contundente: mi critter # 4: “mami, no salgas de tu cuarto para nada. No quiero que me contagies porque voy a tener MI FIESTA”. Claramente, le faltó agregar: "si necesitas algo yo te lo traeré y lo dejaré en tu puerta” …su idea, imagino, era tapiar mis cuatro paredes y…si te vi, no me acuerdo. Siempre habrá una vecina que te alcanzará el sándwich más rico… ¡mil gracias, Pau! o un consuerte que pedirá las pastas y pollos que sabe, te encantan. Hablando de comida, ustedes saben que el hambre siempre apremia: pues debía esperar a que todos se marchasen para reconquistar mi cocina que parecía haber dado de comer a la barra argentina en Qatar, ¡qué desorden! Como dejé un mensaje en el celular de la señora que me ayuda en casa, anunciando la visita del Sr. Covid, pues ella también pensó con mucha razón “patitas, para qué te quiero” y puso pies en polvorosa…
 Discúlpenme a los que no les ofrecí ayuda, cuando estuvieron mal. Lo cierto es que una casi ni se entera porque los contagios -en líneas generales- se mantienen bajo cuatro paredes. Cada uno tiene sus razones, la mía es contarlo todo, o casi… Este es mi reporte médico. 

Aquí me tienen, hambrienta, acalorada, casi sin voz…cuando pensé que, por fin, la había encontrado…

Sigamos cuidándonos, ¡en serio!

Comentarios

  1. Eres linda hasta con covid. No pierdes tu chispa ni tu amor por la vida. Eso se necesita, saber que el bicho nos visita y se va. Mucho q agradecer a las vacunas y lástima por la demora en su invencion
    Lo bueno es q te engrien con tus platos favoritos. Un beso grande

    ResponderEliminar
  2. Morí de risa con tu critter. Es tan cierto, honesto, tan tú. Cuídate mucho mi escritora favo

    ResponderEliminar
  3. Lo cierto del famoso Covid es que ha separado familias, amistades, conocidos, mas peligroso se volvió el asintomático, aquel que está bien pero que todos señalaron como el contagioso ambulante. Soy del gremio.
    Boshi querida lo peor ya pasó, con o sin vacunas ya estamos salvados.
    Roxana Ibarra

    ResponderEliminar
  4. Super buen humor en tiempos aún de COVID . Tener las cuatro vacunas antes de contagiarte es un lujo que no tuvieron muchos en la primera Ola, como bien reflexionas …. Y sí, ser los apestados en la familia es muy muy desconcertante…disfrute la lectura …. Adolfo Cunyas Zuranich

    ResponderEliminar
  5. Pienso que tu amor a la vida hace que todo sea ligero, inclusive una enfermedad como el Covid. Qué empuje que tienes, qué buenas vibras arrastras a tu paso, que todo parece tan suave.

    ResponderEliminar
  6. Ayy Bochi, estoy en las mismas, recién me toco junto c marido e hijo, x supuesto fue él quien trajo el bicho, los muchachos ya no c cuidan y a fin d año las reus c multiplican, a descansar nomás y sigue escribiendo plis, siempre te leo, Ula

    ResponderEliminar
  7. Qué graciosa eres amiga. Me encanta leerte. Soy Patty pero nunca sale mi nombre en esta cosa.

    ResponderEliminar
  8. La quinta o décima ola ya está aquí. A cuidarse. Gracias por compartir tu experiencia.

    ResponderEliminar
  9. Cuidate mucho y que te recuperes pronto! Qué bueno saber que vas por bien camino!! Cariños desde TN

    ResponderEliminar
  10. Espero que te recuperes pronto y jo tengas miedo porque el miedo baja tus defensas mucho magnesio y Zinc y vitamina D3+K2 necesario besos vas a estar muy hien

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Silla ocupada

SEÑORAS DE LAS CUATRO DÉCADAS

No te vayas mamá