Lo que no se hereda, no se hurta.
En el post anterior, el ochenta, les conté sobre las razones que me mueven a escribir y, a raíz de eso, me han llegado varias sugerencias de amigos generosos, recomendándome escribir un libro. Gracias, pero no gracias. Aún no: dar a luz a mi quinto hijo, creo que me va a tomar mucho tiempo y quizás nunca llegue a alumbrar…total, menopáusica… sería un tremendo milagro. A raíz de diversas conversaciones con varios de ustedes, buscando el porqué de mis escritos, llegué hasta mis raíces, y encontré más respuestas, al simple hecho de que la prosa, me encanta y me sobrecoge. Esta recopilación la podría dar, maravillosamente, mi querido primo Carlitos, el súper historiador, que escribe –él sí- (emoticon de carita feliz) para El Comercio y que me contó alguito de la historia de mi bisabuelo, vinculadísima y, casi desconocida, al diario. Él la relata, en una columna por algún aniversario de El Comercio, al que todo el mundo asocia con la fa...