Si me dejas ahora...
En el último mes, se han ido dos cantantes al hilo. Dicen que la muerte llama a tres por vez, no lo sé pero lo que sí sé es que eran mis favoritos y que nadie que se precie de romántico podía ser ajeno a esas melodías que hicieron suspirar a varias generaciones. Lograron que las parejas se enamorasen o desencantasen y que vuelvan a caer rendidas en las redes del amor: firmes o bambas, pero amor al fin. Recuerdo estar sentada en mi balcón y llorar a moco tendido por el que ahora es mi esposo. Bastaba con que escuchase a José José para que corra a llorar: si no encontraba un balcón a la mano -misma Julieta- cualquier ventana servía para el propósito. En casa de mis amigas o primas, podíamos escuchar las canciones de Camilo Sesto y chillar, cada una por sus propios quehaceres amorosos: porque te visitó o no, te llamó o no te llamó, te miró o no te miró, te sacó a bailar o sacó a otra, y un sin fin de tramas que serían poquita cosa para Corin Tellado, per...