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Mostrando entradas de junio, 2020

El fin del mundo

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Hecatombe, horror de horrores, el mundo al revés, pervertidos. Disney incita a la homosexualización. Felizmente, también he leído: ¡por fin! ¡Qué bueno que los valoren!,   nadie los estigmatizará, no los odiarán. Ya no serán víctimas de los peores chistes, no los señalarán con el dedo.   Tendrán los mismos derechos, podrán ser libres, caminarán de la mano y   no girarás tu cabeza como El exorcista. Se normalizará el amor. No sucederá con nuestra generación, llena de estigmas,   taras,   conceptos preconcebidos,    represión e ideas “conservadoras” que significan básicamente: “consérvate, dentro de tu closet”. Ciérralo con llave y tírala   lejos, así nadie te podrá ver amar y nadie sabrá mucho de ti. Murmurarán cuando pases: ¿ es o no es ? pero guardarán las formas. Total, vives en una sociedad en la que la forma prevalece sobre el fondo.     Junio es el mes del orgullo gay, en todo el planeta. Quizás pienses, como he leído por ah...

¡HASTA EL CIEN!

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Quise postear por el día del padre. Para inspirarme, vi por enésima vez “En búsqueda de la felicidad”, dramón, basado en la vida real, con actuación brillante de Will Smith. Sí que Chris Gardner la tuvo complicada, pero le metió punche y salió adelante, principalmente, por su hijo, al que tuvo que bañar y cambiar hasta en baños públicos que   usaron incluso de dormitorio. La mamá se cansó de luchar y tener poco haber pero mucho que pagar , y desapareció del mapa. ( mapa también es la palabrita de moda, para referirse a las mamás que, solas, ven por los hijos, pues algunos padres huyen cual rayo). Hay de todo en estas viñas del Señor. Otra malísima noticia, justo el mismo domingo del Día del Padre: un amigo de la infancia se está enfrentando a este virus infernal. Sé que saldrá adelante, pero quedará el susto. Estos CIEN DÍAS DE ENCIERRO han sido fatales para el país. Lo sé, pesimista y mala gracia pues debería brindar por mis hijos, la vida, la salud, la chamba, pero todo e...

Mafepa

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Leía las cartas como nadie y, lo mejor es que, si no le gustaba lo que leía,  las volvía a barajar, hasta que saliese algo lindo de escuchar. Si no salía a la quinta, inventaba un cuento fabuloso para tu futuro, de manera que siempre salieses feliz, de su lado. Así, predijo a mi esposo y mis hijos.   No recuerdo haberme enojado con ella, excepto una vez que nos acompañó a comprar "trapos" y salió espantada con los precios. Muy molesta me dijo "con lo que has pagado, te puedo coser una docena de pantalones". Pero yo, mocosa engreída, quería el de esa tienda y no había forma que mi abuela me cosiese ropa porque no tenía "marca". Mi mami, después de oírme llorar media hora y de hacer mil rabietas, me compró el dichoso pantalón, que luego había que llevar a la costurera porque me quedaba inmenso. Le echaré la culpa a mi inmadurez.    No le podías decir abuelita: "esas son viejas". Mamacita le sonaba mejor, pero no a nosotros, así que la rebau...

La cachimba

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   Como si no fuese suficiente estar sentada frente a una computadora, el tiempo que me resta al de estar en la cocina, he vuelto a estudiar. Registrarte en cualquier curso, en épocas de pandemia, significan más horas frente a un teclado.   Fuera de eso, estoy entusiasmadísima. De arranque, me han dejado tarea y pienso inmediatamente, ¿qué sería de mi vida, si no me gustase leer? Tengo  130 hojas desconocidas por escudriñar para mañana, y no podría estar más feliz. No soy nerd, ni soy, creo, muy  extraña. Simplemente, me gusta leer y luego, me gusta contártelo.  La idea que tuvo Pinuccia, mejor amiga de mi mami, cuando éramos niños, surtió efecto. Le dijo: “riega  libros por toda tu casa: en el baño,  escalera,  cocina,  hall, por todos los dormitorios y así, por aburrimiento, y por tenerlos a  mano, tus hijos los agarrarán y empezarán a ojearlos. Que sean propios para su edad y gustos. Que tengan siempre en su vida, un ...