De hijas a madres

Otra festividad para mi mami. No recuerdo cómo celebrábamos cuando yo era niña. A mi memoria asoma una canasta que ganó en un sorteo por su día en el aula de mi hermano, cuando usaba la torre de peinado bombé que felizmente pasó a la historia. 

Antes de la actuación en el aula de mi critter # 4 recibo algunos tips: “mami, usa faja para que no se te vea tan gorda, no levantes la mano para participar, si hacen concurso de baile no se te ocurra salir por nada del mundo”. Pienso: ¿dónde estoy yendo? Me respondo: es la edad de los chicos en la que empiezan con comparaciones. Mi pensamiento se disipa y mi felicidad aparece con la forma de mi enana que sale corriendo de su carpeta a recibirme con los brazos abiertos, algo inaudito ahora que transcurre la etapa de si-te-vi-no-me-acuerdo. Si eres madre: no debes faltar a esas actuaciones porque los pequeños se sienten super tristes si no está presente la persona más importante en su vida. Me asalta la siguiente pregunta lógica ¿qué sucede con los jóvenes cuyas madres fallecieron o que las tienen postradas, que se marcharon del hogar? ¿Se han puesto a pensar en el sufrimiento de esos chicos cuando, al momento de las temibles comparaciones, ven una silla vacía o, en el mejor de los casos, ocupada por una tía o la hermana mayor? No soy partidaria de celebraciones en las que alguien sufra. Está de moda llamar a las madres y pararlas frente al altar, al fin de la Misa, en algunas capillas. ¿Qué sucede con las madres que perdieron a su único hijo o las mujeres que intentaron y no lograron concebir? Miradas inquisidoras a las que se quedan en sus bancas. Algo parecido a las imprudentes tías mayores que preguntan a las solteras grandes: “¿cuándo te casas?” o te aconsejan que te apures porque “se te pasa el tren” y si te casaste: “¿cuándo encargas el bebe?”. Recordemos que fechas claves como el día de la madre o Navidad, nos emocionan más, especialmente si hay ausencias en las mesas. Se maximiza el dolor. 

Hablemos paso a paso: en inglés tenemos estas dos palabritas: MATRESCENCE/ADOLESCENCE 

Se parecen bastante, ¿no? ¡Por algo es! El primero es todo el proceso de convertirse en madre y el segundo…toda madre lo sabe… 

Embarazada

 Arrancan los mil consejos, preguntas y especializaciones casi técnicas: yoga para embarazadas, natación para embarazadas, libros y clases para embarazadas. Te recetan: toma magnesio, toma fierro. Escucha el playlist especial, durante nueve meses. Pon los audífonos en tu barriga con baby Einstein. 

Llega el dulce momento del parto: luego de quince horas de contracciones, sale tu engendrito con un tono amarillento poco sentador. Parece un murciélago, pero las visitas que no quieres ver, te dirán que es bellísimo. 

Mil preocupaciones: por no sentirte lo suficientemente buena madre, por no saber cómo hacer lo que “deberías” saber. Te juzgas/te juzgan pues no estas risueña y rozagante en tu bata de flores cuando das de lactar, sino sudada, adolorida e incómoda. Por si acaso, sentirte mal en esa etapa no es una enfermedad, ni es producto del demonio, tampoco es -necesariamente- depresión post parto. 

Tu recién nacido es totalmente dependiente, demandante al extremo de tenernos en vilo 24/7, esperando que no pase ni una mariposa cerca para que no se despierte. 

Al dar a luz te olvidas del trabajo, de tu hobbie, del deporte, de la pareja, de tus amigas. Te olvidas de usar el intelecto, de comer, de dormir, de ducharte, Tensión total. La presión y las preocupaciones serán eternas, así tu bebe se case y tenga a su vez, un bebe: no grites, prepara la lonchera más saludable para el colegio y luego para su chamba. Enséñales, edúcalos, arréglate, adelgaza un poquito más rápido: tu bebe se va a casar y eres la madrina. 

 Hablemos un poquito de la leche materna. Es gratis, dicen. Claro, porque tu tiempo no cuesta. Tus heridas abiertas no duelen. Tremendo sacrificio que hacemos por nuestros bebés. ¿nuestros engendritos? succionando nuestras fuerzas y energía. ¿Cuánto tiempo se debe amamantar? No se puede responder pues sería decir a las madres qué es lo que deben hacer con sus cuerpos. Yo, di de lactar varios meses porque sé que nuestra leche es alimento, medicina, dieta completa, formación del cerebro y del estómago, muralla contra microbios y propulsor del sistema inmune, pero con la cuarta ¡me costó Dios y su ayuda! No todas pueden o no les alcanza la producción de leche para alimentar a esos infantes que pesan la vida y que te dejan con la espalda molida. Te sigues desesperando y te preguntas ¿por qué no puedes? Te cuento que, si tu proceso de lactancia no involucra varios factores, no será tan bueno: educación, traumas, vuelta al trabajo con facilidades y demás. 

Mientras vigilo el sueño de mi madre, pienso en el círculo perfecto de la vida. 

¡Feliz día, mami❤️!