Alzeihmer

Hace veinte días falleció mi papi. Recién me han presentado a la melancolía. Ya sé lo que es quedarte “pegada” pensando y recordando. Ha sido un tremendo golpe emocional, un derechazo al corazón y una gran tristeza para la familia, excepto para mi mami. Ella sigue casi tan fresca como una lechuga. No piensen en desamor sino en demencia senil, algo a lo que todo el mundo llama Alzheimer. Lo es, si consideramos que esta palabrita tan de moda cuando bromeamos tontamente por cualquier olvido, se refiere al tipo de demencia que causa -justamente- los problemas con la memoria, el pensamiento y el comportamiento, es decir, afecta diferentes funciones mentales. Precisamente, todo lo que hace que te desempeñes en la sociedad, que te expreses y hagas las cosas de manera independiente. Eso, es lo primero que se pierde con la falta de memoria: la independencia, sin embargo, no se burlen ni compadezcan a estas personas. No necesariamente. Acabo de consultar al doctor Google para entender la diferencia: mientras la demencia senil es un grupo de síntomas que impactan negativamente en la memoria, el Alzheimer es una enfermedad progresiva del cerebro que provoca lentamente una discapacidad en la memoria y las funciones cognitivas. Mi mami, con 94 años, no recuerda casi nada y cada vez posee menos habilidad para desenvolverse. Ha preferido olvidar y no sufre por la guerra en Ucrania, por ejemplo . Mi mami se siente veinteañera y, por ende, ve casi todo bonito, tiene una sonrisa perenne y frescura en el rostro marchito, raro ¿no? Se han formado muchas "rayas" en su piel(como diría mi hija # 4). Quizás una por cada uno de sus cinco hijos, o sus nueve nietos. Quizás fueron sus treinta años de profesora. Quizás el accidente de mi papi, añadió más líneas. No le puedo preguntar porque no lo recordaría, pero -de seguro- me respondería algo. Soltaría una frase que no tendría la agudeza de sus antiguos comentarios, pero sí, un poquito de lógica, aunque también va desapareciendo, así como se desvanecen palabras para nombrar objetos, pero, profesora de Lengua al fin, si no encuentra el término, encontrará con mucho esfuerzo algún sinónimo o dará una explicación. Callada no se queda nunca. Responde y retruca. Se le ha ido totalmente el filtro por lo que cada vez que me pregunta quién soy y le digo: “tu hija”, responde “imposible que tenga una hija tan gorda y tan vieja”. ¡Gracias, mami! Ayer tuvimos visitas que venían a darnos el pésame. Obviamente a mi mami no. Ella se siente una diva con cada huésped y le brillan los ojitos cansados, en los que aparece una chispa que no queremos que se apague nunca. Ahora no puedo dar nada por sentado: mi padre falleció durmiendo y estando -con sus casi 95 años- sano. Mi mami está más fuerte que yo, pero no me confío. Solo pido a Dios que nos la deje más tiempo, que siga sonriendo siempre, así no entienda de qué michi se habla. Que no olvide más palabras pues ella era una comunicadora por excelencia. Quiero que recuerde algún poema. Quiero que escuche sus tangos. Antier le puse uno y se puso a aplaudir sentada. Quiero que saque de vez en cuando ese genio que me hacía temblar cuando era una adolescente-ladilla. Quiero que no olvide nada más porque así está perfecta. Quiero que me siga preguntando cien veces ¿dónde estamos? Y le responda “en Miraflores”, y replique quinientas veces más ¿y dónde están las flores? Prometo no cansarme.