Cumpleaños feliz

 

Esta semana fue mi cumpleaños y lo pasé super feliz. Más de un año de pandemia y dos cumpleaños muy distintos. El año pasado estábamos en cuarentena, con un virus incipiente y extraño, del que poco se sabía. Desconocíamos la real magnitud de un "bicho" que cambiaría el mundo entero, desnudaría falencias en los sistemas de salud de muchos países y acabaría con la vida de millones.

 

El calendario pareciera haber dado solo una vueltita al reloj, por la rapidez con la que ha pasado de todo en nuestras vidas. Sentirte acechada por una enfermedad y verla rodearte a pocos metros de distancia, hace que uno mire de manera distinta su entorno. 

 

He tenido varios regalos, cada vez son mejores, pero no son el perfume o el par de aretitos que en otra vida hubiese querido recibir.  Ahora son más gratificantes pero intangibles. Los guardo solo para mí.

 

Sigo en este maravilloso país, gozando a mi hijo, obsequio gigantesco de mi consuerte. Solo él  sabía la necesidad que tenía de ver a mi critter # 3, consolidándose lentamente y sentando raíces momentáneas, en un lugar. Ver in situ cómo se desenvuelve, qué come, cómo vive, con quiénes para y demás temas caseros que solo una madre entiende. Me siento muy satisfecha con lo que he visto. 

Menciono raíces momentáneas pues su generación anda siempre en movimiento y eso implica cambiar de continentes, como la nuestra hubiese cambiado de distrito. El mundo es demasiado chico para algunos jóvenes, ávidos por conocer y absorber lo más que puedan, experiencias que ninguna universidad puede darte.

 

Ya que él radica en Oakland, creo que esta ciudad merece un post aparte. Si logro que “viajen” alguito conmigo e imaginen un lugar en sus mentes, me daré por bien servida.  Si, además, les provoca googlear para ampliar o corroborar algo, tanto mejor.

Oakland tiene una movida diferente a las otras ciudades de California.

Hay muchos, muchos más artistas. Más POC (person of color), más gente antisistema, o lo que llamaríamos contracultural - pero de veras- no de la boca para afuera. 

 

Con tanto artista puedes ver los murales más alucinantes y gigantescos que imagines, adornando paredes.  ¡Pensar que nuestro ex alcalde Castañeda tiró pintura amarilla a varios de ellos en el Centro de Lima!

Hasta 1968 muchos vecindarios en Oakland eran segregados, es decir blancos por aquí, negros por allá y latinos por acullá. En la actualidad, (en teoría) ya no se da esa división, pero aún han quedado reminiscencias bastante implícitas. Siguen existiendo varias fronteras invisibles en los barrios. 

 

Acá se originaron los famosos Black Panthers, (no pulpin, no es un equipo de fútbol).  Inspirados en Martin Luther King y Malcolm X, este movimiento civil fue fundado por Bobby Seale y Huey P. Newton.  Sus militantes se dedicaban a proteger a la comunidad negra de la violencia policial que en los turbulentos años '60 los tenía a ellos como objetivo, basados en prejuicios injustos. Fueron asesinados muchos de sus miembros sin razón.

 

Como algunas zonas del Callao y Barranco, para hacer una comparación local, ha pasado por un modelo de gentrificación bastante interesante.  Los resultados no han sido positivos para la comunidad, como normalmente sucede. De acuerdo a un estudio de la Universidad de Stanford (la de Toledo y Eliane) cuando los vecindarios se gentrifican los vecinos de pocos recursos no pueden seguir costeando esos lugares y deben mudarse. Mientras su área se valoriza y se ordena, los antiguos moradores encuentran menos lugares accesibles para ellos.  He visto, también, una gran cantidad de personas durmiendo en las calles, en carpas, autos estacionados y bajo puentes. Terrible situación. 

Tenemos a Berkeley, universidad ubicada en los primeros lugares de USA, por su excelencia académica y las miles de investigaciones realizadas. 

Tiene una comunidad de estudiantes de todos los rincones del mundo. Su campus es alucinante, imposible compararlo con uno peruano.  IM-PO-SI-BLE. Está rodeada de casas en las que muchos estudiantes alquilan habitaciones costosísimas para nuestro alicaído bolsillo peruano con dólares que suben, producto de la inestabilidad política.  

 

Tienen las -para mí nuevas CO-OP's-, casas de la universidad para las diversas comunidades existentes. Algo así como "juntos, pero no revueltos".  Se pueden ver también, inscripciones de las diferentes fraternidades: de artistas, de deportistas, de LGTB, de cerebritos, etc. Misma película de cine. 

 Tenemos el precioso lago Merritt, que sería como la laguna de La Molina multiplicada cien veces.  Qué maravillas de paisajes, cuánto verde, por donde mires. Pienso en los pocos pulmones de Lima, cómo buscan

llenar de cemento Lurín y me produce una envidia que nunca es sana.

Albany Bulb con expresiones de arte a orillas del mar. Cualquiera puede exhibir sus obras, por lo que es accesible para todos.  Nada de galerías ni entradas costosas a un museo, situación que convierte al arte en elitista.

Las playas más lindas, con los yates más bacanes están a la orden del día en toda la bahía. Puedes trotar o rodar, como en mi caso, por todo el malecón, gigante, abierto, con un camino claramente diseñado para ciclistas y caminantes. Podría comparar con mi Costa Verde y sus estropicios y ponerme a llorar, pero no. Solo pensaré como dijo hace poco Hildebrant, que el Perú es un país por hacer.