Consuerte

 

                                       

                                                    Miraflores, 6 de enero 2021

 

Querido consuerte,

Hoy es tu cumpleaños, y te deseo la mayor felicidad de la tierra... a mi lado. (no será lo mejor del mundo, pero es lo que hay, sorry).   Hace un año escribí en tu honor elogiando todas tus virtudes y eso, no ha variado un ápice en estos 365 nuevos días. Sigues siendo la misma persona honesta, alegre, burlona (auchh) y feliz 24/7, aun en medio de una pandemia que podría sacar los peores humores, taras y miedos.

Sigues necesitando una tabla y el mar para tenerlo todo en la vida.

Este año te he visto trabajar y entiendo por qué te siguen, laboralmente hablando. Eres el mejor compañero de trabajo que alguien pueda tener. Cero egoísmos, mentiras o mala onda, moneda habitual en muchos centros de trabajo. Tú, quieres ver crecer a la gente a tu alrededor, quieres que de veras se desarrollen y quieres que siempre estén contentos. Te lo han preguntado muchas veces: ¿por qué se matan de risa, tú y los tuyos, mientras trabajan? ¿por qué en el área de contabilidad, lugar con  estrés, con gente un tanto cuadriculada, analítica y por lo general,  callada? Simplemente, porque eres bueno y feliz, porque no le debes nada a nadie, porque entras y sales siempre por la puerta grande, porque lo tienes todo en la vida, bueno, casi todo: sé que quieres otra tabla para surfear que no venden acá, quieres buenas olas siempre, quieres que tus hijos se desarrollen completamente y que logren toditas sus metas, quieres dejar a nuestra critter # 4 con lo que decida ser de grande  y darle los engreimientos que tuvieron nuestros engendros mayores.

 Quisieras vivir frente al mar todo el año y algún otro sueño al que falta ponerle un check. A cambio de lo que falta, nos sobra amor, compañía, conversas, peleas y paseos. Viajes también. Quiero que conozcas Hawai algún día para ver las mejores olas y yo, me colaré en tu sueño, ¿ok?

Fue increíble conocerte, fue un golpe de suerte. Todo se alineó de la mejor manera, aun cuando pudo ser, quizás, uno de esos encuentros que terminan mal en la vida, pero Dios quiso que nuestra unión sea eterna, que sea fuerte y que sea sólida. Como  Woody Harrelson le dice a Demi Moore (salvando las distancias) en “Una propuesta indecente”: “somos invencibles”. Nuestro amor es así. Cuesta lograrlo, cuesta ceder, cuesta esperar, cuesta callar, no cuesta dar y no (me) cuesta mucho gritar.

Creo que somos/tenemos una bonita historia de amor. Decirlo, después de conocerte treinta y cinco años ¡no me cuesta nada!

¿Te acuerdas? Viré hacia la entrada y cruzamos miradas, fue suficiente. Bailamos casi toda la noche y aunque mis amigas se molestaron un poco, no nos separamos más.

¡Qué suerte que te colaste en esa fiesta y de paso, en mi vida! Si pudiese retroceder el tiempo, bailaría nuevamente contigo esa pieza en la fiesta de Viole y dejaría que me jales en tu carro, a esa linda vida en común que fabricamos, con purito amor.

¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

FELIZ VIDA, SIEMPRE.

                                              

                                               Tu narizona.