Viajo, luego vivo
Chateando con amigos, se agolparon recuerdos viajeros. Con cuatro hijos hemos vivido todo tipo de experiencias, jocosas y no tanto, siempre valiosas, porque lo que has vivido en travesías se convertirán en recuerdos que alimentarán tu mente y espíritu, mientras vivas. Te permiten recordar una y otra vez, eso que tanto te gustó y que te hizo sentir emociones que solo un nuevo destino, puede producirte (un famoso decía que se debe visitar un lugar nuevo cada año; aquí nomás: no es necesario ir a las antípodas). Recuerda esa frase de San Agustín: “el mundo es un libro y quienes no viajan leen solo una página”. He escrito sobre viajes en posts anteriores, sin embargo, dada la imposibilidad de realizar uno en tiempos pandémicos, las anécdotas me animan el día. Desde el avión: teniendo a mi hermana y a sus amigas como tripulantes, me ofrecieron un asiento que sobró en Business. Como no quería abandonar a mis otros engendros y a mi consuerte en la parte del pueblo y, c...