Te doy mi voto

Déjame que te cuente que en dos semanitas tenemos elecciones!! 

Rosa María Palacios hoy en su columna de La República, nos invita a votar con fe y sin miedo. A veces la fe es producto del miedo y el miedo hace que te aferres a algo ciegamente, ... ¿me entendiste? No importa, yo tampoco. Lo cierto es que no tengo miedo, pero tampoco fe porque al moverme harto por Lima, veo en carteles publicitarios, que están postulando para congresistas los mismos personajillos que postularon para alcaldes en las elecciones pasadas y que, a su vez, se presentaron para el congreso anterior, o sea ¡más de lo mismo! 

     Mis chats andan alborotados, preguntando: "¿sabes por quién vas a votar?" Algunas amigas, más osadas que otras, lanzan a sus candidatos: "mi primo, # X, del partido Z, super caballero, casado, ingeniero. Toda su familia es honesta", "yo conozco al único candidato con discapacidad: buenísimo e independiente", del partido XX, añade otra. 

     Suerte con sus candidatos y suerte con sus proyecciones. ¿Yo?  Estoy apática, escéptica y casi resignada a tener como congresistas a los mismos impresentables y comechados de siempre. 

     No sé por quién votar porque no confío en casi nadie, exceptuando a un par, que no me dan tan mala espina. A casi todos los de los carteles con sus carotas photoshopeadas in extremun, con sonrisa radiante y un bleaching que contrasta con sus  -de seguro- negras intenciones,  les pondría  números de presidiarios. He leído por ahí, que hay violadores, proxenetas, asesinos, desfalcadores, convictos y/o confesos, postulando al Congreso.

     ¿Qué pensará  la mayoría de votantes, menos instruidos e informados que nosotros? 

¿A quiénes vamos a elegir y vamos a entregar un cheque en blanco, listo para completar con dinero, leyes y lobbies, que luego regirán nuestro destino. ¿A quiénes? 

     Hemos visto a candidatos entregando  jabones. Pues yo,  entregaría la Constitución, estoy  segurisima, que muy pocos la conocen como debieran. Hemos oído, con espanto, a una ex congresista, muy suelta de huesos, afirmar que el Ministerio de Educación promueve el uso de navajas para fines sexuales, mediante links educativos. 

     Esta señora, de bajísima estofa, de seguro volverá al Congreso, pues va primera en una lista. Como éstos, hay varios ejemplos. 

     Por lo pronto, recuerden la siguiente frase, cuando vean a algún candidato con una super campaña:

EL QUE PAGA PARA LLEGAR, LLEGA PARA COBRAR.