Empezar de cero

Otra  reu con mi promo del cole. Siempre en la misma casa, acogedora y funcional, con excelentes anfitriones que aguantan nuestras locuras, y vaya que hacemos de todo: risas, llantos, bailes, empujones nos hacen ver como todos unos chiquiviejos, justo lo que necesitamos para desestresarnos de la vida diaria.
Con pastas y vinos, el motivo del almuerzo playero era despedir a una  amiga, que parte a empezar de cero, cuando ya pasó más de la mitad de nuestra vida. Let' s face it, no nos estamos poniendo más chibolos.
  Claro, tiene ciudadanía y toditos sus papeles en regla para su "nuevo" país. Parte entusiasmada y decidida a triunfar con dos desventajas: el idioma y la edad.
Contra los años no podemos hacer nada, by the way, he notado una jaladita por aquí y una lipo por allá, pero hagamos lo que hagamos, el calendario sigue ahí señalando nuestro "ignominioso" medio siglo de vida, bien o mal vivida, pero vida al fin.
Contra esas dos desventajas, mi amiga tiene  puntos a su favor: motivación, entusiasmo, fuerzas, hartas ganas de triunfar y, por último,  hijos, nietos y amigos que le hacemos una barra enorme...o sea que gana por goleada!
(A este paso, quizás nuestra siguiente reu sea cruzando el charco pues medio salón emigró hace mucho).
El consejo de mi abuelita para todos los que viajaban (aunque ella nunca salió de Piura):

Al país que fueres, harás lo que vieres.

Sabias palabras para acomodarnos y encajar adecuadamente en cualquier lugar.

Alas y buen viento, flaquita (la veintiúnica que sigue así desde el colegio).
Las mejores vibras para tí, siempre.