Chino mandarín

Mis amigas contemporáneas, tienen el mismo serio problema con las redes y las compus: andamos peleadas a muerte. No nos simpatizan para nada pero, sabemos que debemos utilizarlas para figurar en este mundo cibernético.

No puedo, por más que trato (tampoco me muero por hacerlo) leer manuales con indicaciones de cómo usar, cómo configurar, cómo tomar fotos y quitarme arrugas o adelgazarme, en resumen, no sabemos cómo sobrevivir a las redes. 
Mi esposo me dice: "entra a Youtube y mira un tutorial".  Juaaaaatttt?  No entendía a mis tutores en el colegio, menos a estas máquinas parlantes que me explican todo con el mismo tonito monocorde que me enerva! 
Soy de la época en que no existían computadoras, bueno existían, pero había una en toda la universidad y era del tamaño de un aula. Tipée mi proyecto de tesis en la máquina de escribir Olivetti de mis padres. Si cometía un error debía retirar toda la hoja del rodillo, fue así hasta que aparecieron los Radex, que me parecían la octava maravilla, pues podía borrar letrita por letrita y no tenía que romper toda la hoja.
Casi, casi el paleolítico. Lo sé.
Hemos descubierto los Gifs con mis amigas en Whatsapp  y nos matamos de risa porque siempre hay uno adecuado para cada situación, para cada cuerpo y para cada chongo.  Antes eran los emoticones, pero esos ya fueron, no son animados.
Sé, por mis hijos, que Facebook ya pasó a la historia, justo cuando aprendí a usarlo perfectamente. Ahora todo es Instagram, me dicen. Necesitaré meses de vida para entenderlo y seguro que también pasará de moda, apenas lo aprenda a usar.
Sé utilizar Waze y eso que nunca en mi vida pude leer un mapa. Puedo ir por toda Lima, sin perderme! 
Sé que cuando terminemos de aprender a utilizar todos los comandos operativos de nuestros celulares, ya estarán obsoletos y saldrá el siguiente modelo (nosotras que veíamos como  ¡wow! un beeper o un Motorola que era casi de mi tamaño!)
Al menos ya aprendí a usar este blog y me divierto horrores.

  POCO A POCO SE ANDA LEJOS