No te vayas mamá
Mi mami empieza a despedirse. No se irá pronto o quizás sí. Solo Dios y ella lo saben. Pueda que elijan un día de verano o este frío que cala hondo. Da mucha pena cuando una persona empieza a perder habilidades básicas y su vida se vuelve una dependencia absurda de otros, para todo. Todo. No puedo ingresar a su mente para saber qué piensa o cómo se siente con el hecho de que deban asearla y darle de comer en la boca hasta el jugo diario de la mañana. Tiene a Ruth, maestra de maestras en cuanto a paciencia y dedicación, pero ella también se cansa. Hemos intentado varias veces ponerla de pie, pero sus piernas ya no la obedecen; a ella, que hasta hace un par de semanas venía de visita a mi casa y subía varios escalones tranquilamente. La vida de Blanquita ha cambiado de una semana para otra, literalmente. A causa de una fuerte laringitis, moneda corriente en estos días, debió tomar antibióticos que la han debilitado tremendamente…o quizás, no. Estando ad portas de cump...