De hijas a madres
Otra festividad para mi mami. No recuerdo cómo celebrábamos cuando yo era niña. A mi memoria asoma una canasta que ganó en un sorteo por su día en el aula de mi hermano, cuando usaba la torre de peinado bombé que felizmente pasó a la historia. Antes de la actuación en el aula de mi critter # 4 recibo algunos tips: “mami, usa faja para que no se te vea tan gorda, no levantes la mano para participar, si hacen concurso de baile no se te ocurra salir por nada del mundo”. Pienso: ¿dónde estoy yendo? Me respondo: es la edad de los chicos en la que empiezan con comparaciones. Mi pensamiento se disipa y mi felicidad aparece con la forma de mi enana que sale corriendo de su carpeta a recibirme con los brazos abiertos, algo inaudito ahora que transcurre la etapa de si-te-vi-no-me-acuerdo. Si eres madre: no debes faltar a esas actuaciones porque los pequeños se sienten super tristes si no está presente la persona más importante en su vida. Me asalta la siguiente pregunta lógica ¿...