La Senescienta

Sin saber cómo, me encuentro trabajando en tres universidades opuestas en perfiles, costos, metodologías y número de alumnos por aula. No fue algo planeado y mucho menos, buscado, pero hay oportunidades que no puedes dejar pasar porque la frase: “el tren no pasa por tu puerta dos veces” es súper cierta. Debido a la pandemia se han retirado de las aulas cientos de miles de chicos, por diversos motivos, siendo el vil metal, la principal causa. Muchas aulas se han cerrado, pero otras se abren, así que, aquí me tienen, aprendiendo a las carreras y montada sobre el caballo, tres sistemas operativos virtuales distintos, cada uno más efectivo y con más bondades que el otro. Cada sistema intentando realizar trabajos en grupo, logrando que los chicos puedan escribir contigo en la pizarra blanca, grabando y compartiendo las herramientas virtuales desde sus propios dormitorios. Esa suerte de intimidad ha conseguido que el enfrentarte a una fría pantalla, no se sienta como tal. Sigue...

HOY ES EL DÍA DEL NIÑO. NO SÉ QUIÉN LO INVENTÓ NI DÓNDE NI CUÁNDO, PERO ME SIRVE PARA ENGREIR MÁS A MI ENANA. SI NO FUESE POR ELLA, CREO QUE MI VIDA SERÍA UN POQUITO SOSA, MÁS PREDECIBLE, SIN MUCHA AVENTURA NI ETERNA PREOCUPACIÓN POR EL FUTURO. SÉ QUE DEBO DURAR MUCHOS AÑOS MÁS, PARA ACONSEJARLA Y ACOMPAÑARLA, ESTANDO A SU COSTADO PARA CUANDO ME NECESITE. OJALÁ LO LOGRE: COMO MI MAMI QUE CON SUS 94, ME ACOMPAÑA Y AÚN CUANDO SUS PALABRAS VAN PERDIENDO FONDO Y FORMA,  ESTÁ AHÍ. SIEMPRE PUEDO CAPTURAR MUCHAS COSAS QUE ME SIRVEN. MI CUARTA HIJA, ME PROVEE DEL COMBUSTIBLE QUE ME FALTA A ESTAS ALTURAS DEL CAMINO. ME CANSA, ME ENERVA A VECES, COMO AYER QUE VISITAMOS UN MUSEO Y CADA DIEZ SEGUNDOS POR RELOJ, ME PREGUNTABA: “¿YA NOS VAMOS O PIENSAS LEER CADA CUADRADITO?” YO ESTABA EXTASIADA MIRANDO LAS MARAVILLAS QUE TENÍA AL FRENTE Y NO ME PUSE EN SUS ZAPATOS TALLA 32, QUE PREFERÍAN ESTAR AL AIRE LIBRE CORRETEANDO UN POCO, EN UNA PLAYA O EN UNA PISCINA, PERO JAMÁS EN UN MUSEO, NO TODAVÍA...

Me tocó viajar y creo que la pandemia lo motiva. Me estoy tomando muy en serio algo que leí sobre las personas que quieren escribir: deben ser observadores. En esas ando, intentando nutrirme lo más que puedo de situaciones que en un futuro puedan dar vida a un relato.  Puede ser que ese chiquillo del que oíste dos palabras, te sirva como un personaje de novela.  Conocí la historia de un  veinteañero que falleció hace muy poco, a causa de un accidente automovilístico. Estaba a punto de graduarse de la Universidad carísima a la que asistía e hizo añicos el parabrisas de su auto junto con su vida y la de toda su familia.  Queda una madre bastante joven que nunca volverá a sonreír a no ser por algún vago recuerdo de su hijo que, de seguro, estará precedido de  lágrimas. Casi todos los que fallecen se convierten en héroes, en almas buenas, nobles y puras. El entorno puede recordarte como quiera, para aligerar la pena. Es válido. En este caso, por todo lo ...