El tercer acto

(35 años de diferencia en las fotos)

Cada vez vivimos más. La longevidad es la moneda corriente en muchos países. En promedio vivimos unas tres décadas más que nuestros bisabuelos, por ejemplo. Prácticamente, es la tercera parte de nuestra vida. En tiempo extra son como esos minutos que se agregan a los partidos de fútbol, cuando se necesita tener un ganador, como sea. 

¿Cuál es la definición correcta? ¿aún pensamos en el envejecimiento como un arco, ese paradigma en el que vamos ascendiendo hasta llegar a una cumbre, justo en la mitad, para luego bajar -a veces estrepitosamente- hacia la decrepitud? Eso no va más. 
Ya no consideramos la vejez casi como una patología. ¿Cómo utilizaré esta tercera y última etapa de mi vida? ¿cómo alcanzar el éxito? Jane Fonda, tremendo ícono, ha transformado el famoso arco, que no nos sirve a los que estamos ingresando a esa tercera etapa, y lo ha cambiado por una escalera con peldaños que vamos subiendo hacia alcanzar una cima de madurez emocional, personal. Madurez o envejecimiento en el que deberíamos pensar y actuar con sabiduría. Vejez en la que, a diferencia de lo que se pensaba hasta hace unos años, alcanzamos nuestro mayor potencial. Complicado en esta parte del planeta pues casi todas las personas mayores debemos subsistir, pensando en guardar pan para mayo para no tener que depender de los hijos o de los seguros públicos de salud que nos asustan.

En esta etapa de nuestra vida nos sentimos  bien. Tenemos (o deberíamos tener) menos estrés, menos ansiedad. Somos menos hostiles y más mesurados. Algunos estudios revelan que en esta etapa de la vida somos inclusive más felices. Vemos lo que tenemos en común y ya no nos fijamos en las diferencias. 

No voy a romantizar el envejecimiento. Tu tercer acto dependerá un poco de la suerte y de tu genética. Sin embargo, si nos sentimos bien, pensemos cómo hacer que esta parte de nuestro camino sea exitoso. Con lo que la palabra ÉXITO significa para ti. (imagino que, en esta etapa de sabiduría, no lo definirás de acuerdo solo a tus posesiones sino a tu felicidad). 

Piensa cómo subirás esa escalera, sí, la misma que nos empieza a causar problemas (me duelen las rodillas después de subir varios peldaños). Lo dijo el escritor Salinger, postrado desde los 57 años con una terrible enfermedad: "mientras mis músculos se debilitan, mi espíritu se fortalece". Es más pleno, auténtico, integro. “Quizás perdamos el habla, pero por fin encontramos nuestra voz". Mientras disminuimos físicamente, nos engrandecemos mentalmente. A pesar de tanta pérdida, finalmente nos encontramos. 

Todos nacemos con el espíritu al tope, todos, pero muchas veces los retos de la vida,  la violencia, las injusticias, la falta de amor, los problemas emocionales o físicos pueden minar esa fuerza. Quizás pienses que todo ha terminado, pero te cuento amiguito que ésto ¡recién empieza!

Esta última etapa puede permitirte cerrar esos temitas pendientes que muchas veces te frenan. Para saber hacia dónde te diriges en este tercer acto (Jane Fonda dixit) debes saber dónde has estado, quién fuiste en tus dos actos anteriores. No quién te dijeron tus padres o la sociedad que eras. ¿Quiénes fueron tus padres? No como padres sino como personas. Ese repaso de tu vida es útil para verte con claridad, para comprender y asimilar tus faltantes. Te perdonas por lo que antes pensabas estaba mal en ti. ¡No eras tú! Te relacionas mejor con tu pasado y te liberas. Sano o enfermizo, rico o pobre, lo que determina tu calidad de vida es cómo enfrentas esas realidades, cómo respondes a los distintos eventos que te tocan en suerte, con qué actitud. 
En parte, este tercer acto se trata de mejorar la relación con tu pasado, con tu gente, con tu entorno. Cualquier hecho negativo que recuerdes hasta ahora, solo servirá para “drenarte” (palabrita que no me gusta pero que está de moda entre los pulpines). 

Las mujeres vivimos más que los hombres, ¡sorry guys! Y, ya no pensamos más en ser populares y en encajar con el resto como nos sucedía hace poquito en la pubertad😆. Ahora, por fin, nos encontramos y nos redefinimos. ¡Recién sabemos lo que queremos!
¡Que nuestro tercer acto, sea el mejor de todos!

 Envejeces cuando tus lamentos toman el lugar de tus sueños. (J. Barrymore).

 Para mis alumnos: 
Age is an issue of mind over matter. If you don´t mind, it doesn´t matter. (M. Twain).

Comentarios

  1. Que buena publicación amiga, te felicito!!🎊Me cae a pelo ahora que acabo de cumplir mis 60s!

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  2. BUENO, BUENO. te hiciste esperar pero ha valido mucho la pena. Gracias por enviarme tus escritos.

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  3. Gracias lo he reenviado a mi prom y otros grupos. Nos cae a pelo🩵

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  4. ¡Excelente, Bochi! Yoli.

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  5. Quizás en un futuro hablemos de un cuarto acto. Todo sigue avanzando. Muy bueno.

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  6. Excelente Bochi ! Me encantó

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  7. Los años pasan y pesan como dicen por ahí, pero, depende de cada uno de la forma como lo veas y lo vivas. Me encantó y yo con mis quince estoy feliz jiji

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  8. Vivo intensamente en el tercee acto 😍

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  9. El otro día leí q la vejez viene cuando vives más de recuerdos q de proyectos ..... A tener proyectos, aprender cualquier cosa, un pequeño viaje, ordenar la casa, leer un libro.... Hay miles de mini proyectos q todavía podemos cumplir 👍

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  10. Fabulosa reflexión amiga, varias ideas con las que me quedo al entrar en mi sexta década!!! Bravo una vez más!!

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  11. Que este Tercer Acto sea el más exitoso !!! 👏👏👏👏 Monica Bay.

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  12. Hola Roxanita, ya empecé a vivir mi Tercer Acto. No pido aplausos, sólo quisiera vivirlo en armonía con el reparto, con la Dirección del Todopoderoso y sin escenas inesperadas antes que caiga el telón.

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  13. Yo ya en el tercer acto desde hace 2 años y si puedo decir que es una de las etapas más felices de mi vida, donde tengo tiempo para reflexionar sobre el pasado, de consentirme y de viajar cuanto puedo. Si creo que ya hay un cuarto acto a partir del octavo piso. Al que con suerte muchas llegaremos , porque si las mujeres vivimos más.

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