CHANCHA DE M#4%&'#j#$%&
Sentí que casi me derribaban al suelo. Esas palabras fuertes, gritadas de extremo a extremo de mi parque, fueron tan contundentes, que me atontaron, como un puñete que te cae de lleno en la nariz o en la prominente panza. No te lo esperas de una señora “bien” miraflorina. Lo que hice fue decirle: “señora, póngale correa a su perro” pues el mastodonte venía a todo galope a atacar a mi Zambito que, de broncas, sabe lo que yo de chino. Su respuesta inmediata fue “cierra el hocico, chancha de m#$%&#$%”. Pensé ¿JUATTTTTT? ¿Me está hablando a mí? O sea, gordita soy, pero para ser chancha se necesitan no solo varios kilos de más; se me viene a la cabeza un animal sucio y un tanto desagradable…hasta que se convierte en un buen chicharrón…
En primer lugar: LOS PERROS DEBEN ANDAR CON CORREA. Todos son mansitos, ninguno muerde…hasta que lo hacen.
En segundo lugar: todo el mundo, aquí y en la China parece estar con los ánimos súper alterados, con una mecha bien corta, lista para explotar al menor movimiento.
En tercer lugar: no pretendo hacerme la víctima porque siempre he sabido defenderme medianamente bien. Solo busco hacer notar que, si estas palabras me hirieron a mí, que tengo mis buenos años y una formada o deformada personalidad ¿qué pasa con los insultos que se dicen los chiquillos en los colegios? ¿qué tan chancada queda tu autoestima de pequeño, cuando te dicen gordo, flaco o cojo, virolo o cuatro ojos, cabezón, negro y demás apodos que casi siempre tienen que ver con el físico que, además, en la mayoría de los casos señalan situaciones totalmente ajenas a cualquier voluntad?
¿Qué les enseñamos a nuestros hijos cuando nos seguimos refiriendo a alguien por el color de piel, por su opción sexual, por algún defecto físico notorio y no por su nombre? Lo veo a diario, tristemente cerca.
Cuando apodas a algún compañero en el trabajo, en el aula, ese nombre gracioso y burlón se esparcirá y no habrá forma de borrarlo; quizás se agregue o modifique el apodo en cuestión, pero ahí estará ignominioso, señalando a su víctima. Puedes causar incomodidad, inseguridad, molestia, frustración o todo junto. Sé de pequeños que faltaban continuamente a clases pues les fastidiaba el apodo puesto como sello en la frente, por los compañeros.
¿Qué hay en un nombre? Se preguntó Shakespeare para explicar que así Romeo se apellidase Pérez y no Montesco, Julieta lo seguiría amando igual.
¿Sabes que llamar a las personas por su nombre, les activa inmediatamente el centro del cerebro? Es el sonido más lindo. Te enciende e ilumina. Es tu identidad. Me cuesta recordar nombres, teniendo decenas de alumnos, año tras año. Me apena no recordarlos porque a mí como estudiante me encantaría que mi profesor me recuerde con mi nombre de pila; esa palabrita común o extraña que tiene poder e importancia. Puedes tener un nombre por motivos religiosos, ancestrales, por sonoridad, por moda, historia, raíces o por raza. No influirán en tu éxito, pero ÚSALO, ¿ok?
Empiezo yo, vecina del parque: ¡mi nombre es Roxana: viene del griego (btw, ya les contaré de mi último viaje) Significa que soy una estrella que resplandece, así que ¡trátame con respeto, caracho!
Ayyyy amiga bella qué pena. Gente loca abunda. ERES LO MÁS Y LO SABES
ResponderEliminarLamentablemente esta persona es Una enferma mental. Q pena
ResponderEliminarPractiquemos la compasión cuando nos crucemos con el ser humano que no ha tenido la capacidad de evolucionar.... bien hecho Roxanita!!
ResponderEliminarHay gente que maltrata a cualquier edad; los años nos dan la sapiencia para saber como defendernos o como torear los insultos pero es bueno recordar que para pelear se necesitan dos...
ResponderEliminarLa violencia se siente en todos lados, centros laborales, comerciales, pistas y veredas. Muy bueno tu artículo.
ResponderEliminarSiempre es un placer leer tus relatos. Me identifico con lo que has escrito y estoy totalmente de acuerdo. Gracias! Eleonora
ResponderEliminarEs increíble como la gente está tan irritable 😡 cuando le dices que su perrito 🐶 tiene que llevar correa , tranquila y respira hondo ❤️❤️❤️ Mónica Bay Sotomayor
ResponderEliminarOjalá los chaperos se dejen de poner apodos a todos. A veces no nos gusta oírlos. No todos causan gracia.
ResponderEliminarLa gente está muy violenta últimamente en todas partes del mundo, atacan al prójimo porque si, eso demuestra la carencia que llevan en el alma, pero tú eres de otro lote primita, lo mejor es ignorar.
ResponderEliminarInteresante reflexión Rox. Es lo que el padre de Héctor Abad Faciolince llamaba la epidemia de la violencia, y que menciona en su libro “El olvido que seremos”.
ResponderEliminarDicen que las mascotas usualmente se mimetizan con sus amos... entonces el can de esa mujer ¡debe ser un peligro! Buen artículo 👍
ResponderEliminarEscribir de manera simple, directa, entendible y que no aburra es un gran mérito mi amiga linda. Que no te importe nada. Sigue palante hasta el 📕
ResponderEliminarCuando te encuentres con gente como esa el mejor remedio es irgnoralo!!! Ese es su peor castigo la indiferencia !!
ResponderEliminarQue clase de gentuza es la que habla de esa manera y sin razón, y desafortunadamente aquí y en China las hay, te dejan muda, y que razón lo que pueden causar en un niño o joven insultos así.
ResponderEliminar