ARRIBA PERÚ
Escribo este post antes del partido que puede cambiar hasta la economía del país, en el corto plazo (se movilizarán millones con
AFP, CTS o sin ellas, si clasificamos a Qatar).
El último juego de la selección de América. Sí, todos nos quieren: desde las marcas de cerveza sudamericanas que sacan comerciales aupando a Perú, hasta jugadores emblemáticos con los que hasta hace poquito nos sacábamos los ojos en los partidos clasificatorios. Los comentaristas latinos cantan al unísono, Contigo Perú. El flaco Gareca es nuestro padre y su palabra es ley.
Dentro de unas horas sabremos si somos los penúltimos elegidos o si tendremos que esperar cuatro años más, y ver, como casi siempre, a otras selecciones en el máximo torneo.
Nuestra experiencia mundialera ha sido bastante austera, por decir lo menos. A mi edad, pude gozar de los partidos de España 82, reunidos en grupo, en mi casa, expectantes y nerviosos. Nos abrazamos, vibramos y brindamos por cualquier jugada de Oblitas, ese señor mayor que ahora ayuda a la selección desde fuera de la cancha. Cubillas, nos parecía un mago con la pelota y Cueto, un poeta, pero qué poeta ese zurdo como yo.
Con nuestros Cuatro Fantásticos no pasó nada y la puerta se empeñó en quedar cerrada: por diferencia de goles, por puntos. "Perú jugó como nunca y perdió como siempre" era el estribillo. Quedábamos fuera y debíamos vestir por las calles las camisetas de Colombia, Argentina o Brasil.
De repente, todo cambió. Nuestro polos rojiblancos, originales y carísimos, se pusieron de moda y hasta yo, profesora seria y escéptica lo vestí para el Mundial anterior y fui a dictar clases en lo que parece otro mundo, el presencial, la mañana en que Perú perdió con Francia (que luego sería campeón del mundo) en un juego hermoso.
Perú está en la puerta: depende de once chicos, empujados por treinta millones que de golpe y porrazo se volvieron entrenadores, preparadores físicos y jugadores, ¡qué digo jugadores! ¡capitanes de selección! Todos saben quién debe jugar y quién debe calentar la banca. Conocemos al pecho frío, al que pelea todas las pelotas y al que se desconcentra con el marcador en contra. Sabemos que tal jugador tiene físico y que el otro es lento. Conocemos de memoria la habilidad de ese chiquito que toca la bola como si estuviese en una pichanga, las ahora malhadadas pichangas.
Seguramente el lunes a las 13:00 con feriado incluido, veré en pantalla mediana, el himno nacional cantado en esa belleza de estadio, parecido a una cancha futurista de “Los Supersónicos”, con instalaciones especiales para enfriar desde los estacionamientos hasta el gramado. Sentiré una emoción indescriptible y luego intentaré huir. Sé que no lo lograré pues así me pare en medio del parque, dispuesta a no infartarme, escucharé a lo lejos los goles, los casi goles y hasta el sonido del silencio por alguna jugada peligrosa del oponente. MI SELECCIÓN se juega la gloria con esos chicos que me tienen con los nervios de punta, con el corazón henchido y sintiéndome, una vez más, orgullosa porque llegamos lejos, porque nos ven en el mundo entero y nos aplauden, nos admiran. Porque hoy todos nos quieren y porque hoy, todos somos hermanos y nos queremos.
Me sentiré feliz por nuestra hinchada, la más linda del mundo y, esperemos, la más respetuosa. Porque ahí, donde juegue la selección de todos, se movilizará la masa, pudiente o no, y llegará hasta el estadio más inimaginable e inaccesible, y vibrará. Se sentirá un temblor de magnitud 4 en la escala de Richter. Cada corazón palpitará con taquicardia porque sobre nuestro pecho llevamos tus colores y están nuestros amores, CONTIGO PERÚ.
Lindo Rox!!!! Grcias!!! Estoy nerviosa tambien!! Vamos Peru🇵🇪♥️
ResponderEliminarLo que todos sentimos. Escrito de manera amena y clara como siempre. 🇵🇪
ResponderEliminarExcelente, la emoción nos desborda y tú la retratas de manera brillante.
ResponderEliminarAquí en México, queremos que ustedes nuestros hermanos latinoamericanos ganen y representen al continente, junto a los demás equipos.
ResponderEliminarUn repaso de nuestro fútbol en unas líneas. Qué poder de síntesis y encima, me emocionaste. Bárbara, oye
ResponderEliminarSin palabras y con muchos nervios. Gracias, maestra.
ResponderEliminarClara, precisa, acertada. Ojalá ganen. Se lo merecen.
ResponderEliminarTu emoción mi querida Roxi es contagiosa. Aplaudo y me auno a tu buena vibra para que nuestro equipo de fútbol el 13 de junio traiga felicidad a nuestro corazón, por hoy demasiado triste. Dios los proteja y bendiga el esfuerzo que harán nuestros muchachos. Arriba Perú 💞💕🇵🇪🇵🇪🇵🇪
ResponderEliminarCON FE. ARRIBA PERÚ. NOS VEMOS EN QATAR.
ResponderEliminarArriba Perú, que siempre es más grande que todos dolores y horrores. Abrazos amiga.
ResponderEliminarQue penita
ResponderEliminarNo se pudo !!!!
Buenas noches. Ya están los resultados. Algunos lo reciben con una resignación sana, "tenemos que seguir trabajando". Otros lo reciben con el fastidio y la amargura de quién siempre quiere ganar. Éso los lleva a buscar culpables, a criticar y muchas veces destrozar. Es una hasta algunos comentaristas deportivos caen en esa intolerancia. En fin yo sé poco o nada de fútbol.
ResponderEliminarUn saludo cordial y un afectuoso abrazo virtual para todos por casa. La vida continúa a pesar de todo.
No ganamos, pero así es el fútbol! Fue un final con pura adrenalina. Gracias chicos!!🇵🇪💪
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