Tú me hiciste brujería (en tono pop)
Este tema me lo pasó -indirectamente- mi critter # 4: se acerca el cumpleaños de una de sus mejores amigas y el obsequio TENÍA que ser un álbum de sus ídolos. ¿Juatttttttt? No podía comprar el clásico polito en Ripley o Saga, ¡NO WAY, JOSÉ! Debía comprar un álbum y para eso mi enana había averiguado que teníamos que ir al Centro Comercial Arenales, que había pisado exactamente dos veces en mi vida. A punta de jorobar 24/7 acepté (los que me conocen saben que no me gusta salir a más de cinco cuadras a la redonda de mi casa). Pues, aquí me tienen en un mundo paralelo en el que he viajado a Corea del Sur, sin pagar pasaje…o casi…
Me intriga, me asombra, me desconcierta, me aturde y casi me espanta este fenómeno de la cultura coreana a nivel mundial. Nunca he visto nada igual ni con mis Menudos (a los que no vi en vivo pues mis padres no me dieron permiso).
Ni es solo para jóvenes y tampoco es para mujeres solas, como yo pensaba, menos aún para descendientes asiáticos. Es para todo el mundo y, añadiría, en especial, para Latinoamérica, donde los magos de las finanzas asiáticas han puesto el ojo.
Dada como una simple ley de promoción cultural en la década del ´90, el gobierno de Corea del Sur intentó promocionar su país al mismísimo estilo Hollywood, es decir, a través del cine y de la música. Fue así que aparecieron los primeros grupos de K-pop y los dramas "cortavenas” con chiquillos que a mi me parecen producidos en serie.
Algo de cierto hay, aunque a mi hija le parezca herejía lo que digo: existen varias “academias” en las que miles de jóvenes coreanos se inscriben pagando en promedio 500 dólares mensuales (by the way, los coreanos ostentan ingresos per cápita bastante altos). En esos rigurosos centros, aprenden a cantar, bailar y preparar coreografías que luego serán replicadas ad infinitum por los millones de fandoms, con todo el Army incluido en el mundo entero, que no son militares, sino los seguidores de BTS.
No es necesario tener la habilidad de canto y baile, según los promotores de estos lugares, eso es solo el 10%, el resto será lo que ellos te enseñen (¿no se nace, se hace?). Descentralizados y con academias en ciudades como Nueva York, que parecen sucursales de las Naciones Unidas por la diversidad de nacionalidades, los futuros kpoppers están de plácemes.
En estas academias, que no tienen nada que ver con nuestras gloriosas “pres”, sino que más parecen bootcamps, los seleccionados inclusive pasarán por el quirófano para cirugías estéticas, como el famoso “combo K-pop” en el que cambiarán la forma de tus ojos y los diseñarán grandes y redondos. Estética dental, cambios de look y demás, previa firma de contrato en el que los promotores se convierten en los dueños y señores de sus vidas públicas y privadas, por un aproximado de siete años. Estas famosas academias son super rigurosas y cuentan con entrenadores 24/7 que les respiran por el hombro a los chiquillos y logran que -a veces- se hayan sentido tan presionados que hayan llegado al suicidio. ¿fábrica de sueños?
No logro entender qué hay detrás del éxito rotundo. No logro comprender que mujeres de mi edad o de la edad de mis hijos junten todos sus ahorros para viajar hasta Corea por un concierto, en el que a duras penas lograrán divisar a su banda favorita, usando largavistas. Una de ellas me lo explica clarito: “es el hecho de pisar los mismos lugares en los que transitan mis ídolos". "Escuchar su idioma” -que, obviamente ya está aprendiendo- “comer su comida y poder comprar todo el merchandising posible, a precios razonables”. “Claro” -me explica- “Corea queda tan, tan lejos”, suspiro incluido. Ahora entiendo por qué cuando fui a comprar el bendito álbum me querían vender casi el pasaje hasta Asia…Hablando de tickets: no es necesario viajar para verlos en vivo. ¡Por favor! El sábado pasado fue el primer concierto virtual de Blackpink, en el que, apoquinando un mínimo 40 dólares, podías verlas por Youtube…¡no faltaba más!: Todas las blinks felices y contentas. Ésto no significa nada al lado de personas que pagaron miles, sí, miles de dólares por los cuatro últimos conciertos de BTS en Los Ángeles en diciembre , en la primera zona, la que incluye ¡prueba de sonido! …
La cultura coreana no solo ingresó a Billboard con sus melodías pegajosas y positivas, que ostentan récords de visualizaciones en Youtube; también tenemos el K-beauty, con envolturas y envases lindos y coloridos e ingredientes naturales. Cantantes como ¿Lisa? en comerciales de Celine o Dior, ¿Jennie Kim o Kim Jennie? vistiendo Chanel como su nueva imagen, no solo en campañas de la icónica casa parisina sino para sus conciertos habituales. Estuvieron presentes en la famosísima Semana de la Moda de París 2022, codeándose con Ives Saint Laurent … ¿yo?, ni siquiera llego a un polito bamba…
Las bandas de chicos no se quedan atrás: BTS, por ejemplo, promueve Hyundai, Samsung, Fila y otras marcas que deben desembolsar cientos de millones de dólares si quieren contar con un comercial de segundos donde aparezcan estos chiquillos -casi-púberes… Por algo esta industria cotiza en las principales bolsas de valores …qué Repsol con sus derrames y lobbies ¡estos flaquitos son los que mueven el dinero a nivel mundial!
¿Novelas? ¡Las coreanas! No sé si promueven algo que no tienen en su sociedad pues he leído de trata de personas, de discriminación, de machismo, de matrimonios “arreglados”, de tener el tema de clases sociales demasiado arraigado, alcoholismo y mil taras actuales que se ven a diario en su país pero que son idealizados en la pantalla chica. Combos perfectos que ganan cada día más audiencia que cae rendida ante los mensajes de positivismo o las imágenes brillantes de color, paisajes y perfección que irradian…
Ilusa yo, que pensé que era una moda pasajera. Resulta que es un hobbie eterno, un estilo de vida en el que trabajas para comprar todo lo que ellos te vendan, tal como me comenta otra once (fan de Twice obviamente): lo que gana como practicante es para comprar todo el merchandising posible. Temas fatuos como ¿casa, comida y estudios? "Que lo paguen mis padres" , añade resuelta.
Desconozco el 100 por ciento de la cultura coreana, opuesta a mi hermana menor que ve todos los días las series y los videos; y, la verdad, no tengo ni el más mínimo interés y felizmente ninguna de mis hijas habla del tema, mientras mis nietos varones todo lo ven juegos de guerra. Pero es así, hay grupos que llegan a ser populares, no importa el idioma y la nacionalidad, sino recuerda a los Beatles que inundaron con su música en inglés el mundo, cuando yo apenas tenía 13 y no sabía decir ni YES. Cada generación tendrá su propio "role model" que los mayorcitos como yo no comprenderemos. Lo cierto es que ni siquiera pienso hacer el esfuerzo. Ya estoy en otra dimensión.
ResponderEliminarNo los conozco pero mis nietas son absolutamente fanáticas. Gracias, me intrigaba saber cuál era la tónica.
ResponderEliminarA mí también me intriga mucho y me parece loquisima esa fanáticada. Acabo de oír una canción, tienen buen ritmo.
ResponderEliminarPor una sobrina se los estándares tan altos que tienen que cumplir, sobre todo las chicas, que deben ser talla 0 o doble 0 y no toman el sol para ser lo más blancas posibles y esperan los ojos para que se vean mas abiertos y redondos..pobres criaturas
ResponderEliminarMe encanta el kpop, como me fascina la trova, son géneros musicales diferentes pero que me hacen bien al alma. Uno me superalegra y el otro me hace pensar , ambos me dan la idea de un mundo diferente que quisiera para mis nietos, cuando los tenga. Particularmente no he comprado merch oficial jamás, pero si me encanta verlos en vivo, a ambos eh! Viajo por trova y viajo por kpop, me encanta salir plena de un buen concierto. Si Menudo, también fui fan, hubiera tenido la tecnología de ahora sería igualito al kpop, pero no la tuvo y aun así hizo tal despisporre que no hay grupo latinoamericano que los haya igualado jamás. No creo que las kpopers más jovenes actúen irresponsablemente como borregos comprando todo el merch, más bien las veo poniendo una planta de oxígeno en Lima como lo hicieron las armys en plena pandemia o ayudando a cuanta obra de bien social o ecológica como las fans de Lee Minho al sembrar todo un bosque, o tantas fans que son voluntarias en diversas causas (en Corea ser voluntaria es un deber y costumbre). La comida coreana es deliciosa y supersana (benditas verduras encurtidas llenas de amonoácidos), la seguridad del país y responsabilidad de sus acciones es impresionante y digno de imitar. Gocé demasiado por las calles de Seúl con la cartera al hombro (no cruzada y atenazada con la mano para que no me la robaran como en Lima) y hablando por celular sin ver por mis cuatro costados y eso se debe a que su filosofía confusionista celebra los valores como la honestidad y el trabajo. Tenemos mucho que imitar y aprender de una cultura tan rica como la coreana y si los jóvenes y no tan jóvenes lo hacemos ¡bendito Dios! Ser diferentes, pensar diferente y no juzgar sin ser empáticos debería ser nuestro lema ahh!! me olvidaba!! eso siempre me lo recuerda BTS con sus hermosas canciones.
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