Alta cirugía
La vida puede cambiar 180 grados de un día para otro, no 360 como erróneamente escribí en algún post.
Cambiar para bien, para mejor o, contra cualquier pronóstico, para renacer de tus cenizas. Así, no debes afligirte si en alguna circunstancia te toca perder un poco. Es, simplemente, un obstáculo que aparece en tu camino y que debes evadir para seguir adelante.
Resultó que, de buenas a primeras, mi querido Zambito, debía ser operado de emergencia, lo que solo podía extrañarme y hacerme dudar pensando que querían intervenirlo sin motivo, al ser un perro bastante joven y fuerte. Lo encontrábamos algo extraño y lo llevamos a revisar. No orinaba de manera normal. Era una obstrucción debido a cristales en la vejiga.
Pues, ni modo, tenía que ingresar a la sala de operaciones, previos exámenes médicos y ecografías tal como se hace con los humanos. Los resultados mostraban, a ojos conocedores, no a los míos, que debía operarse ya mismo. "Sí o sí", así de enfática fue la veteranaria.
Sumamente doloroso, él nunca profirió un solo gemido.
Mi critter # 4 y yo nos despedimos llorando de él. No me avergüenza decirlo aun cuando sé que hay personas que piensan que “humanizamos a nuestras mascotas". No, amiguita, lo que sucede es que quiero a mi mascota más que a tí. No me culpes: vivo con mi perrito que me recibe con la misma efusividad si me marcho de casa una hora o un día. Hace, hacía, mil piruetas que solo podían causarte gracia, como caminar en dos patas, pidiendo sus galletas. Verlo era la delicia de los niños del parque, quienes le querían regalar media tonelada de dulces caninos, para que siga en su baile. Nos sigue como el perfecto "perro faldero". Siempre estamos a punto de aterrizar en el suelo porque es especialista en echarse a nuestros pies y hacernos tropezar. Podemos estar llegando en auto a tres cuadras y él ya estaba en la ventana, parado en dos patas, saludando.
Muchas de nuestras conversaciones familiares giran en torno a Zambito.
Es la mascota perfecta. No ladra nunca, salvo cuando - muy seguro de él y escudado por nosotros- se encuentra con otro macho. Ahí tienes que oirlo defender su territorio a punta de ladridos, pero siempre bien amarrado a su correa.
Tras esta operación, se siente aún delicado y frágil, por lo que ya no se envalentona con ningún perro... hasta nuevo aviso.
Ahora ostenta un tremendo michi cocido en su panza, la misma que me ofrecía cada vez que quería acariciarlo, en señal de total confianza. Todavía no puede echarse de espaldas. Espero que no le duela nunca esa cicatriz y que no deje huellas en sus recuerdos, aunque en su cuerpo se vea tan fea.
Está más engreído que de costumbre y quiere que le den de comer en la boca, esa nueva dieta, fea e insípida.
Hemos gastado un dineral, como sucede con muchas emergencias.
Ha tenido más llamadas telefónicas que yo, de familiares y amigos que preguntan por su salud. Le han enviado galletas y carnasas que ya no podrá comer, pero las agradece.
Está reaprendiendo a controlar sus esfinteres y debemos llevarlo diariamente a que le inyecten medicamentos pero ¿sabes amiga? Lo hacemos con todito nuestro amor. Leí en un afiche, en la puerta de la veterinaria algo así : No preguntes si pueden sentir o si pueden pensar. Pregúntate si pueden sufrir. No pienses que exageramos: ten una mascota y luego me cuentas.
asi es, son parte de nuestra familia y jamas quisieramos que se pierdan, sufran de algun dolor, o enfermedad
ResponderEliminarEl famoso Zambito. Que mejore pronto y vuelva a ser el mismo.
ResponderEliminarQue penita, no me enteré de la operación de tu hijo menor, Zambito. Gracias a Dios y a vuestro amor y cuidados, prontito estará sanito
ResponderEliminarSí, toda una responsabilidad que aún none resisto a asumir … Que tierno tu relato !!!
ResponderEliminarPor todo eso no tengo mascota. Entiendo todo el amor que sientes, es una gran responsabilidad.
ResponderEliminarTuve todo tipo de mascotas, pero los perros son realmente el mejor amigo del hombre.
ResponderEliminarEs un amor muy especial. Qué se mejore pronto tu zambito!! Abrazos para ti!
ResponderEliminarPobre, espero que esté mejor! Son parte de las familias y se les quiere como a un miembro más.
ResponderEliminarPronta mejoría, Zambito !!! Entiendo perfectamente lo que se siente cuando están mal. Hace dos meses murió nuestro compañero de 16 años y ha dejado un gran vacío en la casa y en nuestros corazones.
ResponderEliminarEspero que se recupere pronto, un beso para el loquito de Zambito.
ResponderEliminarEs cierto, los perritos son cariñosos. Cuando uno viaja o no les presta atención sufren. Son los fieles amigos que siempre te esperan.
ResponderEliminarGracias por compartir sus sentimientos frente a estos animalitos.
Ojalá que ya esté bien Zambito para que disfrute sus días saltando y jugando
ResponderEliminarQué pena lo de Zambito. Ahora tienes que cambiarle su alimento por Hill's Urinary o kifneys, tmb Proplan o Canbo Urinary son muy buenos. A mí gatito Wilson casi lo operan por harta arenilla en la vejiga, pero siempre la 2 da opinión es decisiva, y gracias al Dr Alpaca que le hizo un tratamiento muy bueno, no hubo necesidad de operarlo. Hace 7 meses de esto, y no ha vuelto a tener problemas 😻
ResponderEliminarYo no soy afecta a las mascotas, pero si puedo entender el cariño que se les llega a tener, aunque hay tantos niñitos huérfanos que no tienen esas atenciones que tienen muchos perrihos como decimos aquí.
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