Zezé, roblox y los forasteros del tiempo

“El colegio es el segundo hogar”, nos han dicho hasta el cansancio. Pero, ¿qué sucede cuando ese segundo hogar se instala dentro de tu primer hogar? Estoy escuchando a mi critter # 4 jugar Roblox con una o dos amigas, no puedo identificar eso, pero se carcajea y grita estruendosamente. Le pregunto: “¿no estás en clase?”, “no, estamos en recreo”. Me da pena y no sé si decirle que se separe un rato de la computadora, que en tiempos pre Covid podía dosificar, o que siga “jugando” con sus amigas. ¿Cómo interactúa esta GENERACIÓN COVID? Mi enana es una niña bien niña, si cabe decirlo. Extremadamente normal, risueña y bromista, como cualquiera de doce que viva sus años, sin saltar etapas o sin grandes problemas en casa, mejor dicho, sin ningún problema en casa. ¿Qué situaciones emocionales experimentarán en el futuro, los niños que hoy no asisten a ese segundo hogar? Mientras escribo, miro mi parque tomado por asalto por varios grupos: unos niñitos de 3 o 4 años haciendo ejercicios con un entrenador. Un grupo de tres chicas con mat y demás implementos, practicando yoga. Y algo así como una academia de fútbol de niñas, con siete chiquillas, bien uniformadas, intentando disparar pelotas a un arco, tamaño liliputh. Meten más goles que nuestra selección, eso sí. ¿Es suficiente esa interacción de cuatro o seis horas por semana -en el mejor de los casos- versus las no menos de treinta horas que pasaban dentro de sus aulas presenciales? El colegio, para la mayoría de niños, es un espacio seguro. Obviamente se dan casos de bullying que deben ser manejados por las autoridades escolares, con un buen seguimiento de los padres de familia. ¡Ese es otro tema! Al colegio solíamos mandar a nuestros hijos para que aprendan, interactúen y, de paso, poder ir a trabajar tranquilos y relajados. ¿ Y ahora?  Muchos educadores coinciden en que las aulas deben ser las últimas en cerrarse y las primeras en abrirse. Desde la UNESCO han mandado señales de alerta. SOS: los niños están siendo afectados de manera insospechada, especialmente los más vulnerables. Ni qué decir de los niños peruanos, en situación de pobreza, que pueden acudir al colegio. Ese espacio escolar era libre, grande y muchas veces más seguro que algún posible hogar maltratador. ¿Cómo crecerán, emocional y físicamente hablando? ¿cuánto daño les produce esta para obligada, a esos pequeños cuerpos en formación, que necesitan correr, saltar y perseguir una pelota? ¿con quién conversan y quién les responde, aparte de una pantalla? El confinamiento suspendió deportes, cines, bailes, cumpleaños, bibliotecas y conciertos, intentando frenar el virus que se escabulle, se mimetiza, que cambia de forma y manera de atacarnos. Demás está mencionar a niños que han convivido con la enfermedad dentro de sus hogares y que se vieron acechados en la propia casa, el lugar más seguro para todos. CERO INTERACCIÓN SOCIAL de los más pequeños, ¿qué hacemos? ¿Es correcto que sigan frente al monitor, cuando “salen al recreo” o en sus tardes de juegos? Justamente, en los primeros años es cuando se desarrollan las habilidades sociales. ¡Qué encrucijada! Estrés en niños, falta de sueño o pesadillas, miedo a salir a la calle. Nada de eso le sucede a mi critter # 4, entonces -pienso- le está yendo bien con el dichoso Roblox y jugar con sus amigas hasta las 9 de la noche en que se mete a la cama, cambiando la computadora por un buen libro. Ha empezado y terminado: Mi planta de naranja lima (lloró con la muerte del querido Portuga), siguió con “Vamos a calentar el sol” y ahora está devorando “Rosina, mi canoa”. Puedo decir, orgullosamente, que ha leído más de una docena de libros en este confinamiento. Elijan bien qué les dan a leer y no se arrepentirán nunca. Gasten, dentro de lo posible, en libros. Recuerden crear el hábito de la lectura desde pequeños. ¡Tiempo les sobra! (Pienso en mis años mozos y la lectura entrañable de Vasconcelos y me provoca nostalgia. ¡Solo quería conocer Brasil para ver el Mangaratiba asesino!) Volviendo a la generación Covid: han pasado el día de la madre, del padre, Navidad y cumpleaños sin ver a sus familiares y estrechar esos lazos fuertes. Ésto, si se trata de familias que han seguido a pie juntillas las recomendaciones de aislamiento dadas por el gobierno. Muchos países, oyendo el clamor de sicólogos y terapeutas, abrieron las escuelas, pero debieron cerrarlas casi de inmediato, ante el incremento de contagios. Seguimos en las mismas: no sabemos ni cuándo ni cómo será esa ansiada apertura. Mientras aguardamos el retorno a clases presenciales, quiero creer que en los colegios y universidades del país, se están reforzando las redes de salud mental y de apoyo sicosocial que brindarán a, de seguro, miles de jóvenes que lo necesitarán a gritos. Hablando de gritos, Punky está en pleno juego. Storys(así, mal escrito), Adopt me, Obbys, Big paintball, Piggy (le encanta, espero que no tenga nada que ver con la figura de su madre) o Among Us. Nombren cualquiera,  super Punky y sus amigos virtuales lo conocen.

Comentarios

  1. Mis nietas tambien juegan Roblox, pero felizmente ahora están mas entretenidas con sus juguetes o los cachorros Malu y Terminator, enseñándoles trucos pero eso si se extraña mucho el colegio, el recreo y esa libertad que se ha perdido.

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  2. Qué problemas de socialización se avecinan? Difícil saberlo.
    Muy buen artículo.

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  3. ! Pobres niños!
    ¡Pobres adultos!
    ¡Pobre humanidad deshumanizada!

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  4. Cuánta nostalgia, Mi planta de naranja lima, uno de mis libros favoritos, muchas veces leído y con todos lloré. Con respecto al otro tema, tengo un jovencito de 19 que añora ver a sus amigos pero se aguanta como los machos. Por lo pronto, al igual que tú, lo escucho carcajearse con los amigos a través de una pantalla. Tener mascotas ayuda mucho. Gracias gatitos

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  5. Tema triste, tocado con agudeza. Siempre entretenida!

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  6. ¿Qué le espera a nuestros peques? Paciencia y fe en que todo vuelva a la normalidad.

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  7. Buenas noches. Los momentos que hemos pasado el la primaria, así como la secundaria, son inolvidables. Aún hoy, cuando se reúnen, a las cuales, no siempre puedo asistir. Son inolvidables, se recuerda todo lo vivido.
    Por tanto, es necesario la apertura de las aulas, la interacción con los compañeros. Pero según los datos, éso aún debe esperar.
    Gracias por compartir.

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  8. Es una pena... la niñez y la juventud se están perdiendo de tantas cosas lindas y necesarias por este encierro. Pienso también en los chicos que se graduaron del cole el año pasado y se graduarán éste... su último año no fue lo que soñaron.

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  9. Voy a comprar el libro de Zezé a mi hijo. No lo recordaba. Gracias. Siempre con buenos datos y recomendaciones.

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  10. Toda la razón Rox, este encierro y las clases virtuales ya están afectando a niños, adolescentes y jóvenes. Afortunadamente mi hijo justo terminó la Uni en noviembre de 2019 y por lo menos se distrae en el trabajo.

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  11. En algunos de los países que se abrieron, haciendo un esfuerzo titánico de reparto de espacios, disminución de ratios y mantenimiento de ventilación continua, a pesar del frío invernal, se ha conseguido mantener abierto ese segundo hogar durante todo el año escolar, con mínimas incidencias. Los niños han recuperado su espacio, sus juegos e interacciones en un espacio que le ofrece la misma seguridad (en algunos casos mayor) que el primer hogar. Mi reconocimiento a todos los docentes que lo han hecho posible.

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