Las distancias que nos separan
A la distancia, he seguido el bilioso enfrentamiento para la segunda vuelta.
He leído con todo el tiempo del mundo
que si no voto por Keiko no quiero al Perú y quiero que mi país se convierta en
Venezuela.
Leí también que Castillo es un cuasi
analfabeto, terruco y que no piensa salir del poder y que Pol Pot es un bebé de
pecho a su lado.
También leí que Keiko dejó que
torturasen a su madre y siguió prefiriendo Palacio de Gobierno, como Primera
Dama, en lugar del hogar materno.
Me han dicho que podemos convertirnos en un narco estado con una o en una filial de la Cuba comunista recalcitrante con el otro.
He visto a actores, pintores y
escritores dar opiniones a diestra y siniestra. Opiniones que podrían servir
para un excelente relato pero que distan de ser veraces. Sabemos por demás que
la realidad supera largamente a la ficción y que podemos novelar con cualquier
idea, como por ejemplo que Keiko es la única que garantiza que a los cinco años dejará el
poder, ¿juattttt? Tengo la idea que todo lo que se demoró en llegar, querrá
demorarse en salir. Castillo tampoco es garantía de salir a tiempo, si alguna
malhadada vez llegase a Palacio.
Dicen también que la Sra. K tiene la
mochila de su padre y que nunca ha sido gobierno como para criticarla, pero
creo que la mochila pesada la ha llenado ella sola con sus actos, por los que
está sindicada como líder de una organización criminal, así que fácilmente
podría sobrepasarlo.
Dicen que Castillo es títere de Cerrón, ex presidente regional que habría robado harto, tanto o más que varios presidentes regionales de todos los colores, credos y partidos dejando a su provincia en situación de extrema pobreza.
Ahora todos hacen propaganda
gratuita a los dos candidatos, otorgándoles más poder del que ya tienen. O estás a favor de ella o eres el demonio en persona. Situación que pone más en vilo al país y está enfrentando a familias enteras.
Uno será la ruina económica y la otra,
la ruina moral, lo cierto es que con los dos seguiremos en ruinas. Quizás no tú
o yo, en el cortísimo plazo. Seguiremos viviendo en nuestra burbujita que -horror
de horrores- Castillo amenaza con expropiar o meter en ella a diez personas más
para habitarla, mismos okupas, pero contigo adentro.
No he decidido mi voto pero sé que, a
menos que Keiko me convenza que ha cambiado y que el poder no la seduce de manera tan enfermiza como parece, que va a conciliar con grupos que piensen diferente, no
con los que piensan igual sino qué gracia, que no va a copar todas los
poderes del Estado, empezando por el judicial, mi voto no será para ella. Obviamente, tampoco pienso votar
por Castillo que ha dicho que va a agarrar mi AFP, o sea que mi vejez, que está
a la vuelta de la esquina se torna más incierta aún y, como sabemos, la vejez es muy muy larga.
A los que dicen: "si votas en
blanco, entonces no quieres al Perú" les diré que con esa prepotencia no
ayudan a convencer mucho que digamos.
Una de las pocas certezas que tengo
es que los enfrentamientos sin conocer mucho del tema de
capitalistas/comunistas, de ideologías de derecha e izquierda, o planes de
gobierno a los que le sacan una línea sin entender el hilo, no conducen a ese
lugar común que debe ser el bienestar de todos los peruanos. Ricos y pobres, los
que viven dentro de la burbuja y fuera de ella.
Ojalá todo se redujese a lo visto
últimamente: reenviar mil memes y chats en los que supuestos eruditos (ahora todos son sociólogos, antropólogos y economistas, expertos en política) hablan bien o mal y exponen las supuestas ideas de cada uno de los dos candidatos, mejor que sus asesores o marketeros.
Lamentablemente y en eso sí coinciden los expertos, estos serán cinco años perdidos, casi ingobernables, sea con uno o con la otra.
¡Que Dios nos ayude!
Aunque pintas un panorama pesimista, me gusta la pizca de escarnio en tu descripción de la complejidad del ambiente social y político que vivimos
ResponderEliminarDescarnado y real descripción de nuestra actual situación política, que inevitablemente más en el corto que en el mediano plazo se verá reflejada en lo económico, lo que conlleva igualmente a los temas de salud, educación, seguridad y "justicia". Bien Bochi
ResponderEliminarMe da pavor el comunismo. Lo siento.
ResponderEliminarNunca he visto el Perú tan dividido como hoy. Es difícil la decisión, al momento de votar, ninguno es de mi devoción. Pero daré mi voto a Keiko, porque siento que debo darle la oportunidad de gobernar y la encuentra muy preparada y con amplios conocimientos. Que Dios nos ayude
ResponderEliminarCon un lenguaje plano haz descrito lo que se viene. Que hacer?. Honestamente no lo se. Tengo sentimientos encontrados y finalmente siento que tarde o temprano seremos un estado fallido
ResponderEliminarDe acuerdo, hay cosas que no se pueden hacer. Que van contra nosotros mismos. Que juegan en contra. Que sabemos que son fracasos y aún así nos dirigimos de frente a ese despeñadero.
ResponderEliminarTerrible disyuntiva, siempre elegir entre el cáncer y el sida y lo peor es que nos estamos acostumbrando a eso.
ResponderEliminarAsí este país nunca saldrá del atraso
https://www.idl-reporteros.pe/no-regalar-el-voto/?fbclid=IwAR2LjKwMmP7nY6jHCbpfMS-IL4EeCU-3rZiBQVsgX6EncJDGUK67BU5IHXQ
ResponderEliminarOtra vez buscando el menos malo, qué terrible, qué desesperanzador panorama.
ResponderEliminarBuenas tardes. Es cierto, el dilema es grande y fuerte. Son dos personas en las que no se puede confiar. Pero me parece una más débil que la otra.
ResponderEliminarEso en parte puede ser una supuesta ventaja.
Pero, cada uno debe analizar y sacar sus propias conclusiones.