De rituales y rutinas


Entre nuestros hábitos, rutinas o rituales (el upgrade depende de ti y de las   emociones que te produzcan) existen diferencias que marcan nuestro derrotero pues es, precisamente, lo que hacemos con todos nuestros días a cuestas, lo que significa nuestra vida y qué tan bien o mal transcurre.

Me dejaron una tarea: debía escribir sobre un ritual. Le pregunté a un primo que había pasado por el terrible virus y que estuvo internado un tiempo, sobre sus días de hospital. Me relató su rutina allá adentro.  No era un ritual. (Me hubiera calificado con CERO, felizmente no usamos notas).

Vi un Ted Talk sobre el poder que tienen los hábitos y rutinas en nuestra vida diaria. A saber: nos ayudan a mejorar nuestra calidad de vida, son significativos y pueden ser tan alegres y productivos como queramos. Para lograrlo, pues no todo es pan comido, debes identificar primero qué es lo que da sentido a tus días. Es esa lista de prioridades, la que debe satisfacerte plenamente, entonces, debes elegir muy bien. A veces esas elecciones, las realizamos automáticamente, casi sin percatarnos, como también sucede con nuestros buenos/malos hábitos. Recuerda que es la valoración que tú le otorgas la que hará que te sientas satisfecho o un tanto vacío.

La rutina no encierra aburrimiento, monotonía ni andar en piloto automático, como muchos creen. Las rutinas son útiles y necesarias.  Pueden ser muy creativas, divertidas y nos ponen de frente en acción.

Desde la mañana los hábitos nos invaden. El cepillado de dientes y esa ducha matutina que -por fin- terminará de despertarte para enfrentar un nuevo día. Una querida tía tenía todo un procedimiento matutino de belleza, que incluía varios pasos muy meticulosos y que eran realizados con fervor. Creo que podría calzar como un ritual, en su caso.

Tenemos la opción de seleccionar nuestras rutinas de una gran cantidad de opciones. Entonces, nuestro primer paso es encontrar esa rutina importante y con sentido. Esas que nos dan estabilidad y coherencia. Podemos elegirlas utilizando algo de originalidad.

No será monótona pues, al ser cada día diferente, nuestra rutina se irá adaptando también a los cambios que experimentemos. Precisamente sobre esto último, me comentó una amiga, al preguntarle por su rutina. Me refirió pensar que en este fatídico año no tiene rutinas, sino por el contrario, es un STOP a su rutina pre-pandemia.  Remató: “es algo impuesto y no elegido por mí”

Si bien, esta nueva normalidad no es la deseada, es nuestra, y está en nosotros hacer que, dentro de todas las herramientas que tenemos, valga la pena y que trascienda e involucre, si se puede, a nuestro entorno.  Recuerda que somos nosotros los únicos que seleccionamos qué hacer con nuestros días.

Pueden ser rutinas mañaneras, vespertinas o nocturnas. Esos bloques de tiempo con actividades precisas: sacar al perro, caminar cinco kilómetros sobre el sitio, en el parque o en la orilla aún prohibida, ponerte mil cremas para detener el avance del calendario, oír los timbres diferentes que identifican la llamada de la chamba o de los amigos para chatear; trabajar y, en el medio, regar plantas, cocinar, limpiar, rezar, leer o escribir.

Recuerda que la vida es un compendio de días y que nosotros tenemos el control y la elección de esa repetición que nos alienta o no, nos nutre, nos conforta, nos calma y nos seduce.

Hasta los artistas que, podríamos pensar no tienen hábitos, lo hacen: deben llegar a su estudio, instalarse, abrir escritorios o atriles, pensar, repensar y ¡a crear!

Acabo de leer una larga entrevista a nuestro Nobel por su onomástico # 85. Él refiere que, llueve o truene, esté donde esté, escribirá todas sus mañanas.  

¿Qué haces con las herramientas que tienes a mano? ¿cuál es tu rutina en estos tiempos duros?

¿Le estás sacando el jugo? ¿Te anima, te sirve, te desalienta?

Si no lo estás logrando, repiénsalas y selecciónalas mejor.

 

Que ese hábito, rutina o ritual  gratifiquen tus días.


Comentarios

  1. No sé si tengo rituales o rutinas o solo hábitos, pero creo que debemos elegir qué hacer y tratar de hacerlo bien.

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  2. Muy interesante!! Gracias por compartir.

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  3. Toca reinventarnos y cambiar hasta nuestros hábitos, en estos tiempos.
    Evitar el tedio a toda costa.
    Gracias por enviarme puntualmente tu blog. Es mi rutina leerte, haha.

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  4. Muy buen bueno este articulo...hay que difundirlo

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  5. Me puse a hacer una lista y me faltan hábitos, rutinas y rituales 😆

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  6. Excelente lectura, para meditar la en estos días y cambiar o reajustar lo que necesite.

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  7. Cuando nuestros habitos "buenos" tienen objetivos simbolicos y de gran significado se convierten en rituales ... que nos lleva a la satisfaccion y plenitud como personas . Cuando se practica con conviccion se puede llegar a... Hasta regar el jardin lo podemos convertir en un ritual.Abrazo mi amiguita😊. Me gusto !!!!!

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  8. Las rutinas me dan tranquilidad... a los niños les dan seguridad. Un buen hábito, por el hecho de repetirlo, puede convertirse en virtud cuando ya ha sido interiorizado, por ejemplo el orden. Espero con alegría tu próxima entrega!

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  9. Las rutinas me dan tranquilidad... a los niños les dan seguridad. Un buen hábito, por el hecho de repetirlo, puede convertirse en virtud cuando ya ha sido interiorizado, por ejemplo el orden. Espero con alegría tu próxima entrega!

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  10. No me había dado cuenta de todos los cambios en la rutina de mi vida, pero ahora me siento mejor y me doy cuenta que todo es más pausado, reflexivo y valorado, desde lo más simple y cotidiano hasta la aceptación de los nuevos cambios en mi día a día.

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