365 días y una noche

¡Estamos de aniversario! Pero no es feliz. Hace solo un año, nuestra vida cambió para siempre. Para mal, pues  miles de peruanos perdieron a sus seres queridos, También se perdieron miles de puestos de trabajo. Harta fatalidad en solo 365 días. Recortaron nuestra felicidad y alas, nuestro albedrío. 

Retrocedí, buscando algún post para leer qué es lo que había escrito al inicio de esta pandemia extraña, sorpresiva y prolongada, que comenzó sigilosa, hasta convertirse en algo frenético y atroz. No escribí nada ese día. Debo haber estado afanada preparando pan casero, con recetas recibidas por whatsapp, para reemplazar al delicioso pan francés que dejaba, en otra vida, el panadero. 

Recuerdo haber pensado: son solo quince días de encierro y terminarán los contagios. No es tan grave el asunto. Aprovecharé para arreglar la casa. ¡Ilusa yo! Tras esos quince días vinieron otros quince y otros quince y otros quince. Perdí la cuenta, intentando enumerar  días, contagios y muertes: 2, 50, 600, 10000. He optado por no ver más números.  Traductora al fin: no son mi fuerte.

Ha sido un carrusel de emociones que han transitado muchos sentimientos: miedo, frustración, euforia por algún conocido que escapaba de UCI, pero el común denominador ha sido desaliento, tristeza pero también esperanza.

Seguiremos peleando un poco más porque -dicen los que saben- vendrá una nueva ola y la recibiremos más cansados. Hemos depositado toda nuestra confianza en vacunas salvadoras. Han empezado con la plana mayor que es la mejor: el batallón formado por nuestros padres ha salido a hacerle frente al virus, poniendo  brazos, alegría y optimismo. Estamos a la espera del pinchazo que nos permita volver a los abrazos. La vacuna no solo nos inyectará el ansiado anticuerpo sino también esperanza de un mejor futuro, COVID FREE. 

Paseo por un balneario del Sur y constato que la pandemia con restricciones rige de manera diferente pues, si tienes una casa en alguna de esas playas privadas, podrás pisar la arena y bañarte en el mar, a diferencia de las playas de la Costa Verde, por ejemplo, donde hay soldados prohibiéndote asomar la nariz, a no ser que vayas derechito al mar para nadar desde Pescadores hasta La Punta. "La policía nunca ingresa al condominio", me comenta una amiga, muy suelta de huesos. Es cierto: en el Sur puedes seguir divirtiéndote y cuidándote como puedas o quieras. 
Está lleno de gente teletrabajando. Han cargado escritorios y montado en cada habitación y terraza, oficinas lindas con vistas tan de ensueño que parecen fondos de pantalla. Veo a un niño haciendo educación física frente a su computador, y a su madre hablando frenética con alguien de su estudio. 

Seguiremos peleando firmes. Paraos' y con polo (por tíos), haremos frente a todas las olas que lleguen y las sortearemos, como siempre. Nos hemos sumergido en mil oleajes anómalos  y siempre hemos salido a flote. Magullados pero enteros. Esta no será la excepción. 

Constato que, dependiendo del mar y de las olas, la vida no siempre es más sabrosa.


 

Comentarios

  1. Otra foto excelente de la realidad.

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  2. Cuento los días... o meses para mi vacuna.

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  3. Parece tan lejana la posibilidad de abrazarse y reunirse con la familia y amigos, pero como bien dices, hay que mantenerse firmes y enfrentar este huracán con entereza y optimismo...

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  4. La vacuna tal vez no sea la solución, muchos interrogantes sobre las secuelas a largo plazo y la duración de los anticuerpos de entre 3 y 6 meses...mejor seguir tomando sol, jugos verdes y guayaba, buenos alimentos, ejercicio y muy buena actitud.

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  5. Como se extraña esas reuniones con la familia y los amigos. Ir al cine y luego a un lonchecito, viajar donde haya mar y disfrutar del sol con libertad. Animo y aliento, la esperanza es lo último que se pierde...

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  6. Efectivamente es un aniversario triste, saquemos de él fuerzas para salir adelante

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  7. Muy buen relato de nuestra fea normalidad.

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  8. Lo has dicho, a seguir luchando todos juntos en pos de recobrar algo del tiempo perdido.

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  9. Un tiempo muy difícil .... que nos ha enseñado a valorar y a agradecer.....

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  10. Todo pasará, como pasan todas las desgracias. Después no recordaremos este fatídico año

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  11. Van solo 365 días pero parece toda una vida, por los estragos causados.

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  12. Triste aniversario realmente, muchas personas nos han dejado o están graves, pero también nuestra fe se ha acrecentado. Dios obra siempre de acuerdo a sus tiempos. Gracias por tu siempre amena reflexión.

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  13. Es verdad. Seguiremos peleando por continuar aquí. Es una pena decirlo, pero así es, así están las cosas.
    Se habla de una posible tercera ola. Yo creo que algunos tenemos cada vez menos fuerza para afrontar.
    En fin, será lo que tiene que ser o lo que algunos quieren que sea.
    Un saludo cordial y un afectuoso abrazo virtual para todos. A mal tiempo, buena cara. No hay más.

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