Un chepi, please
Se supone que debería ser políticamente correcta y hablar lindo y levantar el ánimo y escribir sobre la gratitud que debo sentir por la salud, por mis padres vivos y por mis hijos sanos, pero ayer leí a Renato Cisneros escribiendo lo que sentía desde el forro y me di cuenta que yo también puedo. Él lo dijo bonito, pero él es escritor y yo, escribidora. ESTOY HARTA.
Me he cansado un poco de las cadenas, de las malas noticias que llegan y llegan y cuando no llegan, bien masoquista yo, las busco en Twitter que me mantiene pegada, mal, a todo el acontecer mundial.
Me he hartado que no me digan quiénes se vacunaron como VIPs, como todo lo que funciona en Perú, porque “así son las cosas, pues”, creo que eso dijo el antes-querido-investigador-Málaga que con toda su super Cayetano se me fue al cacho esta semana por no deslindar claramente, por no separar inmediatamente a los que se aprovecharon de sus posiciones de poder, por no hacer las cosas correctamente, como debieran hacerse siempre. Y no me vengan con cuentos, con esa pregunta capciosa: “si hubieses estado en la misma situación, ¿te hubieses vacunado?" tratando de limpiarle la cara un poco a los tramposos. No, no me hubiese vacunado. Estoy segura de eso, porque vengo de mis padres. Así de simple. No hago trampas y menos, si después pienso rezar un rosario completito por la salud de algún conocido. Eso me parece más feo todavía: por un lado pedirle a Dios algo y por el otro, mentirle. Bien limeño, bien boato, bien “piadoso”. No, gracias, paso.
También estoy harta de las encuestas poco serías, dependiendo de qué partido las paga, y de las peleas tremendas por este o el otro candidato. Como dicen muchos y me incluyo: no sé por quién voy a votar, pero sí sé por quién no voy a votar. Es más, ni siquiera sé si iré a votar, pues me ha tocado un horario de noche y no sé si me anime a hacerlo por cuestiones sanitarias: depende de las multitudes, depende de las encuestas de la última semana y depende de cómo vaya la vacunación. Porque, aunque no parezca, me sigo cuidando mucho. Sé que no soy ejemplo de nada así que hoy seré políticamente incorrecta.
Me harté de las declaraciones espantosas de los candidatos, bien francotes y bien poco empáticos, o sea, en buen cristiano, bien egoístas.
Me harté de no poder viajar. Conversando con mis amigos del taller, yo, que pensaba (en otros talleres) que había viajado mucho, pues resulta que no lo he hecho y que me falta mucha vida, muchas vacaciones de mi consuerte, mucha plata y mucha salud para aventurarme, con todos mis miedos a cuestas, por nuevos destinos, empezando, obviamente por ver a mis dos hijos que cada día extraño más.
No es que quiera que vuelvan a vivir a la patria, esa decisión es totalmente suya. Solo puedo decir: ¡qué bien que hicieron yéndose a cumplir sus sueños y metas! Me saco el sombrero por su fuerza, su garra, su valentía y osadía también. El destino les está poniendo un tremendo cabe con el Covid, pero eso es circunstancial. Todo pasará y darán un triple salto para aprovechar el tiempo, no perdido, detenido.
Cuando se sientan un poquito desganados con las noticias, con la vida sin viajes, con la rutina, laboral/casera, cojan una bici y salgan, lo más lejos que lleguen, lo que sus fuerzas, años y cuarentena permitan. Lleguen, si pueden hasta La Herradura, hasta la punta del cerro y la vista pagará todo mal rato. O, vayan por toda la Costa Verde y respiren hondo, sin mascarilla, bajo un árbol o en la orilla, bien lejos -obviamente- de cualquier ser viviente, y llenen sus pulmones, como para aguantar una semana más y así sucesivamente hasta que estemos todos vacunados o hasta que el virus se apiade de los que todavía - gracias a Dios- quedamos sanos y se largue por donde vino.
TENGAN EL MEJOR DOMINGO POSIBLE (no vean dominicales)
Me lees la mente. Cumplimos un año así.
ResponderEliminarMe conveciste, ya infle las llantas y casi me infarto de solo hacerlo. Para buscar todos los accesorios y convencer a mi familia un par de horitas más, saldremos y llegaremos hasta donde las piernas nos alcancen. Mil gracias!!!!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.
ResponderEliminarUn chepi. No lo escuchaba hace mucho tiempo.
Aprecio mucho la belleza de la franqueza !!!
ResponderEliminarTienes razón mi querida Roxi de estar harta, ya que tenemos una situación difícil y sin un horizonte claro, ni de salud, ni de política sería, y con una economía incierta. Yo también estoy harta porque no puedo viajar ni al único lugar que muero por hacerlo, Texas a ver a mi hijo y a mis nietos.
ResponderEliminarPaciencia es lo único que podemos tener y a seguir cuidandonos sin perder la Fé.
Gracias, gracias y gracias. No tengo bici, pero llegaré caminando hasta el parque a respirar hondo.
ResponderEliminarSigues siendo correcta, yo soltaría muchas lisuras, jiji.
ResponderEliminarHARTA ME TIENE EL COVID, CANSADA Y HASTIADA. PERO NI MODO. NO HAY MAL QUE DURE CIEN AÑOS.
ResponderEliminarEs un error, querida amiga, pensar que la honestidad es lo políticamente incorrecto. Se debe hablar siempre con la verdad y no lo que el pueblo quiere escuchar. Por eso nuestros políticos son tan deshonestos, todos. Aplaudo tu honestidad para contar tu hartazgo, que hago mío.
ResponderEliminarSí, ya estoy harta de que se nos mueran amigos y parientes, de socorrer a nuestros seres queridos porque se infectaron, de abrir mis redes sociales y dar al menos 2 o 3 mensajes de pésame y de pedido de mejoría y sobre todo de vivir con la incertidumbre de saber de que si uno en la casa se contagia, todos podemos ser los siguientes en las oraciones. Es un momento que espero no lo vuelvan a vivir nuestros hijos en el futuro.
ResponderEliminarCambié hace mucho los programas dominicales por algo gracioso, aunque nuestros periodistas también sean chistosos.
ResponderEliminarExcelente expresión de un hartazgo totalmente legítimo. Un abrazo Bochi.
ResponderEliminarTenemos libre albedrio para expresar nuestras emociones!! Esto pasara... En lo personal no puedo dejar de apreciar la naturaleza.A pesar del caos q estamos viviendo ,nuestra madre tierra nos muestra sus encantos ... sentirlo, disfrutarlo y amarlo. Abrazo mi amiga!!
ResponderEliminarBueno, como una forma de relajación, está bien. Pero hartarse, no es el mejor camino. Son muchas cosas, situaciones bonitas y feas. Con respecto a los jóvenes, bien por ellos, que sigan adelante, el mundo les pertenece a pesar de todo.
ResponderEliminarUn saludo cordial y un afectuoso abrazo virtual. La vida continúa, adelante, aún se puede.
Muy buen consejo. A nosotros nos ha mantenido a flote el ejercicio y la naturaleza. Todo esto mejorará. Lo más difícil es estar lejos de los hijos. Las madres nunca dejamos de preocuparnos por ellos. Piensa que ellos están cumpliendo sus metas y que están haciendo lo que desean. Mucha fuerza y a seguir pedaleando..ya se empieza a ver un rayo de luz. Abrazos💕
ResponderEliminarMuy cierto lo que dices Roxanita....confío en Dios....en que esto pase ... y volvamos como antes pero siendo más agradecidos y valorando todo lo que tenemos ....abrazos..
ResponderEliminarSi Rox ya estamos cansados de esta pandemia que nos tocó vivir y todavía nos falta, pero ya estamos aprendiendo a valorar más la vida y los pequeños detalles a los que antes no le dábamos importancia, si nos cambió la vida para bien y para mal, pero nos queda la esperanza...saludos a tus hijos, los de Perú y los que están fuera.
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