De padres a hijos
Estuve conversando con algunas buenas amigas, esas que me hacen sentir orgullosa de tenerlas.
No es fácil cultivar amistades verdaderas en nuestra Lima tantito hipócrita y
fría, pero he tenido suerte con las amigas que el destino me mandó.
De pronto, salió el tema del cansancio por la pandemia.
Nos agobian todas las obligaciones extras que tenemos día a día, pues no contamos con ayuda, como antes. De golpe y porrazo estamos cocinando, limpiando y lavando por 300 días. De pronto, muchas se han visto sobrepasadas en sus funciones diarias, pues aparte del teletrabajo y el hogar, está el tema de los padres. Los míos, este año cumplen 94 y los de mis amigas, andan rondando ese número grande.
Nuestros padres se vuelven un poquito más
renegones, más egoístas, más dependientes, más engreídos, más testarudos, más
niños. Como esos niños que quieren pasear, que no quieren usar mascarillas, que se olvidan de todo, que quieren comer lo
que es dañino para sus frágiles estados o los que simplemente no quieren comer.
Los que se escapan. Están los que se caen y se llenan de moretones.
Existe frustración pues no te puedes disipar como antes, no
puedes ir a tus lonches necesarios. No puedes ir a tomar una copa, a la
peluquería o a la Iglesia. Todo eso va pesando en el alma y en el corazón.
No sé si leí a Lorena Salmón en El Comercio o ella me leyó a
mí, lo cierto es que escribió sobre los famosos baños de bosque, que son
comunes en Japón y –precisamente- he estado yendo a Chosica en busca de verde. No
es necesario irnos fuera de Lima: tenemos buenos parques por todos lados.
Sentir el olor a pasto, a árboles; sentir el viento y las aves logran desconectarte
de tus pensamientos por unos minutos y eso te relaja y rellena de energía. Camina en horarios en que no te cruces con
gente. ¿Quién diría, no? El ser humano, sociable por naturaleza, ahora se tiene
que correr de las demás personas.
Cumplimos como padres, pero ahora también como hijos. No
todos lo hacemos en la misma dimensión, medida, fuerzas, amor, dinero,
engreimientos, presencia o ganas. Eso queda en cada uno y en sus posibilidades o afectos.
Están las que de pronto no pueden salir, por el temor de
contagiar a los padres.
Las que deben no solo pagar por los pañales sino colocarlos.
Los que no pueden ir más a la playa.
Las que buscan ayuda segura, a gritos.
Los que deben repetir o escuchar cien veces lo mismo.
Los que ya no pueden pelotear con sus amigos y tomarse las aguas
de rigor tras los partidos.
Los que deben ir por las medicinas, los sueldos o los médicos propios o ajenos.
Los que van perdiendo esa alegría y motor que la vida
disipada y sana te proporciona.
Todos andamos más o menos en la misma situación. Los que no
pasan por eso quizás ya no tienen a sus
padres presentes y darían lo que sea, por unos minutos más a sus lados. Uno no
sabe lo que tiene hasta que lo pierde.
Mientras la vida se normaliza, busca una válvula de escape,
querido amigo. Es justo y necesario. Es nuestro deber y obligación, pues solo
estando bien nosotros, podremos ayudar a los nuestros.
Busca ese curso
virtual de guitarra y de cajón. Busca el ballet para mayores, el taller de
lectura o el de Excel avanzado. El inglés que no te entró en el colegio o el
portugués que quisiste aprender rapidito. Métete al Zoom con mente y
corazón.
Felicito a mi amiga rockera novata, a las dos que están
empezando a cantar con todos los gallos del corral y al que empieza con la tabla para ser de los
privilegiados que gozan del mar. Haz todo eso que antes no podías, por falta de
tiempo, movilidad o dinero. Ahora, no hay excusas. No pierdas esa chispa que te
costó medio siglo encender.
No hay bicho que pueda contra tus ganas de ser feliz y por ende, hacer feliz a
los que te rodean. Esto va derechito para ti, monito guerrero.
Logras plasmar con exactitud lo que muchas sentimos.
ResponderEliminarMe encanto tu post sobre todo porque está dedicado a mi ( Monito Guerrero) es verdad haz pintado de cuerpo entero todo lo que nos esta pasando y este encierro y el cuidado de mi madre me está matando y siento que esa alegría y chispa que me caracteriza se está apagando y no quiero y me niego a que esto pase necesito salir necesito que todo sea como antes, vernos , reírnos de estupideces no perder esa niña que vive en mi , gracias Gallinita por este post dedicado a mi persona y aguante las Richie Friends ❤️❤️❤️🐔🐔 LAS QUIERO MUCHO Y QUIERO VOLVER A VERLAS
ResponderEliminarQué tal fotografía del momento que vivimos. Te felicito por esa agudeza y sensibilidad.
ResponderEliminarTal cual!
ResponderEliminarEso es ma!! Lo que daría por pasar esta pandemia peleándome en casa con todos ustedes.
ResponderEliminarSiempre me identifico con lo que escribes. Hoy tocó reflexionar acerca de los padres y nuestro cansancio. Gracias por compartir parte de ti con nosotros a través de tus relatos! ❤️
ResponderEliminarLo máximo!!!!!
ResponderEliminarExcelente post y muy cierto, muchos hemos perdido esa chispa , los padres y las actividades extraoficiales nos agotan pero a su vez el dar tranquilidad a quienes lo dieron todo por vernos bien nos reconforta. A seguir adelante y no parar el motor
ResponderEliminarExacto, exacto y exacto. Como dicen tus comentarios: qué buena foto.
ResponderEliminarNo leas, jiji. Solo escribe para que nosotras te leamos. Lindo tu blog.💞
ResponderEliminarMuy cierto mi querida Bochi y si a todo esto le agregamos que lo poquito que hacemos, llámese ir al banco o a la tienda o caminar unas cuadras al aire libre, lo cual ahora se ha convertido un poco en el reemplazo de nuestras salidas, si le agregamos que además lo hacemos con temor al contagio, entonces nos damos cuenta de lo catastrófico que es todo esto, si nos hubieran dicho que esto iba a pasar, no lo hubiéramos creído, seguro nos hubiéramos reído. Tienes razón, solo nos queda buscar maneras de disipar nuestras mentes y fortalecer nuestros cuerpos, excelente tu post querida amiga, as always!!!
ResponderEliminarNo solo escribes bonito sino con esa honestidad que no se ve mucho por estos lares.
ResponderEliminarCompletamente identificada, en tiempos de sacar la Guerrera q todas tenemos dentro
ResponderEliminarGracias por la bella lectura. Lo más importante: hacernos tomar conciencia de lo que implica vivir. Gracias por todo ello. Especialmente para mi, son palabras motivadoras que me invitan a continuar en la lucha, en día a día. Es verdad. Llega un momento en que uno dice: "ya fue suficiente". Es ahí donde usted se hace presente con un gran mensaje.
ResponderEliminarNuevamente gracias.
Muy cierto los que ya perdimos a un padre, dariamos lo que fuera por poder abrazarlo y platicar cinco minutos..cuando terminará esta pandemia??
ResponderEliminarMe identifico con todo lo que escribes. Tal cual.
ResponderEliminarMuy cierto. El mundo entero vive lo que plasmas en estas letras!
ResponderEliminarExacto y preciso, espero pronto poder volver a ver y abrazar a mis seres queridos, extraño lo valioso de esos momentos.
ResponderEliminar