Lazos de sangre
Empiezan las reuniones navideñas. Todo
es paz, amor, buenas vibras y anécdotas, alrededor de mesas decoradas, de
rostros y guirnaldas.
Diciembre es el mes del año
en el que, generalmente, nos unimos, nos abrazamos, nos juntamos más, como el
slogan del canal 4.
Estuve en una reunión
familiar, en la casa acogedora y confortable de mi prima. Siempre las reus se
hacen ahí. Suerte la mía porque vive cerquita. Ahora pienso cinco veces antes
de moverme de distrito: puede convertirse en toda una odisea.
Siempre comemos deli: varía el menú, pasando del español al
japonés y cada año nos sorprende gratamente. Esta vez tocó criollo: todo mini
pues a nuestras edades no podemos embutirnos en la noche, una papa rellena
tamaño natural, o un anticucho que recién digerimos al tercer día.
Esta vez, el pretexto fue
celebrar el santo de mi mami. Ella estuvo feliz aunque no supiese a qué casa,
porqué y con quién iba. Siempre está armada de una sonrisa, a sus 92 años! ¡Qué
diferente a mí y mi cara de pocos amigos!
En todas las familias hay
personajes comunes: el bueno, el menos bueno, el intelectual, el chistoso, el
divertido, el aburrido, el cohibido, el locuaz, el artista, el bailarín, el
tragón... o ¿la tragona?...el borrachín y el tacañín. El exitoso y el menos
exitoso, dependiendo de cómo midas el éxito. Para mí, hace tiempo
dejó de ser algo directamente proporcional a los ingresos: cuán feliz soy es lo
que marca mi progreso y bienestar personal.
Todos juntos para las fotos de rigor que, pasarán por muchas censuras,
antes que se publiquen en las redes (anti) sociales.
No hay baile, porque los
espacios grandes ya no abundan o porque los huesos fuertes, tampoco. El objetivo:
pasarla bien, tomar un trago (hace tiempo nadie me ofrece una cerveza
heladita): whisky, gin, vodka, pisco, una cava reserva xx, ¿será que no se
estila, porque es un trago humilde? Es mi licor predilecto, pero no
confundirse con mi cuerpo: mi curva de la felicidad se debe a mis cuatro críos,
no al lúpulo y la cebada.
Recuerdos, novedades, relevo
con la nueva generación de primos, encuentros y desencuentros marcan el
calendario de diciembre.
Gracias primita querida, por
siempre tener tus puertas abiertas y millones de gracias por el brillo en los
ojitos de mi mami, al soplar sus velas!
Gracias porque cada que se
reúne con su primita menor, la chibolita de 84, olvidadiza, silente y siempre
dulce, anden de la mano, aun cuando ninguna sepa quién es la otra. Con ese
amor, ¡no hay Alzheimer que pueda! Aprovechemos la buena causa de la Navidad
para festejarnos todos, visitarnos y regalarnos tiempo, como la
familia feliz y unida que siempre, debiéramos ser.
¡JUNTÉMONOS MÁS!
Amen! Siempre que quieras una chela heladita puedes darte el salto y venir sin invitación!
ResponderEliminarDios siga bendiciendo a esa prima que abre sus puertas con amor y generosidad y regala un momento de alegría familiar y amor a las madres que en algún lugar de su mente y, porque las células del cuerpo tienen memoria, recuerdan que están relacionadas por ese cariño profundo que se tienen desde niñas . Muy felices fiestas navideñas.
Bochi, es un placer leer tu blog, además del gran cariño que siento por tu familia, me alegra saber que Blanquita haya disfrutado y celebrado su cumple con gran alegría, un abrazo para todo el clán, Mónica Bustamante
ResponderEliminarHola Soy Marisa y tu hermana Cecilia compartió tu blog y te diré que me fascinó mucho leerte. Sigue así
ResponderEliminarRedes (anti) sociales.....bien descrito
ResponderEliminarEn eso consiste abrir las puertas de nuestro hogar para recibir a aquellos que han sido, son y serán parte de nuestra historia de vida más allá de cuanto agrado o disgusto halla podido representar su persona en nuestra memoria. Los abrazos, las risas y las sorpresas en esos reencuentros de Diciembre no tienen precio. Bendiciones para tí y tooooooda tu linda familia.
ResponderEliminarDiciembre un mes bonito, en casa se empieza a decorar el 12, cumple de mi mami, ella está y no está , cumplirá 90 éste año,a diferencia de Blanquita no puede sonreír. Tenerlos cerca y hacerlos parte de cualquier festejo es importante, así que a no desmayar que la vida sigue, que los chicos la disfruten.Siempre encantada de leerte. Un abrazo fuerte a tu mami,otro para ti.
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