Gracias a la vida
...que me ha dado tanto...
Llega Diciembre y muchas
personas se acuerdan de los niños pobres. Algunos, los tenemos presente pero no
hacemos mucho, otros se dedican a rezar para que acabe la pobreza en el país
entero; los más, no hacen nada, pues están preocupados en los intercambios de
regalo en la oficina y las cien actividades que tienen en el último mes del año
(siento que los años cada vez transcurren más rápido). Lo cierto es que en
Diciembre, todos queremos ser un poquito más buenos y bondadosos, pues nos
acordamos que la Navidad es de los niños y recordamos, también, el
nacimiento de Jesús. Nos duele la familia dispersa y lagrimeamos con la
propaganda del panetón Donofrio que cada vez me gusta menos.
A veces, la caridad es solo
para un buen post en Instagram, ok, ¡qué más da! Si eso te mueve a ayudar, postea todas las fotos del mundo, pero colabora con las obras que puedas,
aunque sea, solo en Diciembre! Hace unos años, por una foto que publiqué en FB,
un primo me dijo: " la caridad se realiza en silencio. Que tu mano
izquierda no sepa lo que das con la derecha". Bueno pues, yo soy zurda, contreras
y, a estas alturas o chaturas de mi vida, me interesa más lo que yo creo que lo
que piensan los demás.
Si he tenido el honor de
que me elijan para ayudar y soy tan pero
tan suertuda de poder hacerlo, quiero que los demás se enteren, para que, a su
vez, me ayuden a ayudar. Me siento orgullosa, nerviosa y ansiosa porque sea el
domingo 15 e ir con nuestra carga, a repartir gotitas de felicidad. Tengo la oportunidad de que mis hijos no
sean el centro de mi universo y que, por
unos díitas, los protagonistas sean los más pobres de los pobres: los que no
tienen a sus padres consigo, los que te esperan y te dicen mami, manipulan tus
sentimientos y logran que te sientas mal por no poder darles el mundo entero. ¡Qué tal raza! Ellos con 5 años, no tienen a sus padres consigo, yo con 50, sí.
Si te elegí para ayudar, no
me cuentes que ya ayudas a medio Perú y no tienes opción de dar más, si te
escogí es porque sé que puedes dar una mano o las dos: tú dirás...
Estoy super agradecida
por la ayuda que me está lloviendo, de manera impensada! Me están trayendo las
cosas armaditas y envueltas con manos de compasión y empatía. Quizás sepan que
soy un poquito torpe en eso, o sepan que
me faltan las manos de mis dos hijos ausentes en la mesa pascual (¿Vallejo?).
By the way, en diciembre los extrañaré más que nunca (escribo y lloro).
Quizás piensen, como me
dijo emocionadísima, mi amiga más buena que el pan (mencionada en otro
post): "¡gracias! Tengo tanto que agradecer y no sabía cómo".
Bueno, pues ya lo sabes: todos los diciembres de mi vida, puedes ayudarme a
ayudar y, por unos días ¡ser más feliz que nunca!
❤️
ResponderEliminarAyudemos a los más necesitados.
ResponderEliminarNadie es tan pobre que no pueda dar algo.
Parte del cambio en el mundo es el altruismo! Tomemos esto como parte de nuestro diario vivir. El agradecimiento al Ser Supremo y a la vida es dar tambien a los demas. ❤❤❤. Gracias amiga!!!
ResponderEliminarQué bueno que compartas esta tarea que el Señor te ha encomendado pues el hacernos ayudar también nos trae felicidad y así todos podemos ser felices.
ResponderEliminarMejor elegida, jamâs¡¡ Bendita suerte: la de ellos y la tuya.
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