Aves con nido
Una amiga me comenta que le he
arrancado una que otra sonrisa al leer alguno de mis posts. Querida Patty, con éste no sucederá lo mismo porque lo estoy
escribiendo con el corazón en la mano. Dos de mis polluelos (nunca tan exacta,
la frase: mamá gallina) alzan vuelo, levan anclas, parten a andar sus propios
pasos y con ellos se va mi corazón a pie, como diría nuestro gran Vallejo.
Sus abuelos piensan que somos padres desnaturalizados por “darles permiso” para
que se vayan, en lugar de retenerlos bajo nuestro techo por siempre y librarlos de todo mal. Pienso en las
diferencias generacionales irreconciliables y, definitivamente, ésta es una de
ellas.
Los amamos más que a nuestra vida
y queremos lo mejor para ellos, por eso permitimos que se marchen. En nuestro alicaído Perú la están haciendo linda, a puro pulso, pero
siendo honestos (de seguro me darán con palo) estamos a la zaga en muchas cosas.
Queremos que brillen con luz propia y que no tengan apagones. Queremos que
estudien en las mejores escuelas y que no esperen una acreditación que no llega
ni con plata como cancha. Queremos que se muevan por el mundo con la rapidez
que el mundo exige y no que se les pase la vida en interminables colas, de
autos o personas, que no hacen más que detener todo el ímpetu juvenil que
llevan consigo.
Queremos que caminen seguros y
tranquilos por las sendas que la vida les trace y que no sientan temor alguno
en las calles.
Conocerán gentes y costumbres que
los enriquecerán más que el dinero. Obtendrán las experiencias más fascinantes
de sus, aún, cortas existencias y vivirán experiencias que en Lima, no verán ni en película.
Volverán prósperos y felices,
habiéndose comido el mundo de un bocado y nosotros los esperaremos con los
brazos abiertos, o no volverán porque quizás encuentren un amor que no están
buscando y que los haga olvidar lo que dejaron en este lado del mundo. Pueda
ser que no regresen porque encontraron
el trabajo perfecto, a la medida y gusto de un millenial: ¡vaya que sus gustos
son diametralmente opuestos a los míos! Quizás los paisajes fabulosos,
imponentes y disímiles que encuentren, los anclen a esos nuevos países que
serán sus patrias o, quizás no. Solo Dios sabe lo que sucederá. Él tiene los
tiempos perfectos para todo.
Hijos míos: aunque
se me parta el corazón, quiero que se vayan y que tengan nuevos sueños, porque
los de aquí se quedaron cortitos. Solo recuerden que aquí tienen un cálido hogar y
unos padres que los aman y velarán siempre por ustedes y que, ante el menor asomo de
riesgo, volaremos hasta allá (mismo Liam Neeson en Taken, pero más gordos y más
chatos...sorry, es lo que hay...) y no pararemos hasta que estén sanos y con
bien. Estoy segura que no será necesaria una película de acción porque les
mando mis oraciones y le pido a la Virgen que los proteja con su manto, cual capas de los superhéroes que veían de niños.
Me hinco de rodillas ante el Señor y le pido
protección y que de haber vicisitudes en la vida, nos las deje a nosotros que
sabremos pecharlas (para eso sirven las canas y la contextura)
y que a ustedes, mis polluelos, solo les entregue alegrías al por mayor,
conocimientos, aprendizajes, fiestas y purita felicidad.
Me quedo en
nuestro hogar, acompañada de sus recuerdos, risas y burlas pícaras, con su papi
y hermanos, a la espera de un almuerzo,
toditos juntos nuevamente. Aquí o allá.
ALAS Y BUEN
VIENTO, SIEMPRE.
Conmovedor, my dear friend
ResponderEliminarHas contado mi historia y has descrito mi pena tan lindo... Bienvenida al club de las mamás con el corazón partido.
ResponderEliminarLa ley de la vida
ResponderEliminarAsi es my friend. Hay q dejar volar a los polluelos...
ResponderEliminarMe gusto:)
Lindo y conmovedor artículo, me gusta la descripción del amor que le tienes a tus polluelos 🐣 a los que también voy a extrañar porque los conozco desde que eran bebés 👶, sobre todo a Ale con la que he compartido más y quería arreglarme los dientes 🦷 con ella, en fin tienen que perseguir sus sueños. Qué Rodrigo y Ale sean felices y que triunfen en la vida ❤️❤️❤️
ResponderEliminarDulce como siempre querida amiga. Es un trago amargo que nos tocará algún día. No queda más que orar por ti y los tuyos. Bendiciones!
ResponderEliminarsi muy positivo toda una vivencia en la etapa de formacion de los hijos cada uno con caracteristicas muy propias te felicito hablaran ingles very well un Abzo Julio
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