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Mira este video cortito:
Me lo enviaron y me
encantó! También me enviaron un chiste en whatsapp en el que se
mezclan las bases de datos de nuestra vida entera. Prácticamente nos hemos
convertido en números, claves y letras.
Imposible recordar el
número de celular de mis hijos, y eso que soy mamá gallina: con las justas
puedo con el mío! Luego vienen las
claves de las tarjetas. Las contraseñas de nuestros correos electrónicos. La
clave en FB, en Twitter, en el intranet de mi trabajo, el intranet del cole
para ver las tareas, tu clave del club, la de tu tarjeta de puntos. Tu número
de DNI, de pasaporte, del seguro, tu RUC
y RUS. Claves más, claves menos, lo cierto es que la pregunta que más respondo
últimamente es: ¿ha olvidado su contraseña? Zas, me envían un enésimo correo
para darme otro password!! Por favor, no quiero más números en mi vida! No tengo dónde apuntarlos, porque todo se puede visualizar! De ahí,
al tema de la privacidad en las redes (anti)sociales, hay un peligroso paso.
Todas las bases de datos están entrelazadas y si, por ejemplo, se me ocurrió
googlear por puro aburrimiento, alguna ciudad exótica, pues empiezan a llegar
correos con ofertas de hoteles, justamente para ese destino al que no planeo ir
en un par de décadas. No se te ocurra averiguar de un restaurante, ni dar tu
correo en el grifo, la farmacia o tu tienda favorita de ropa porque te llenan
de cien mails y saben todo de ti: talla, rango de ingresos, lugares que frecuentas, tus gustos y disgustos.
¿Será porque publicamos
hasta lo que respiramos en Facebook e Instagram o porque hay muchos émulos de Assange,
dispuestos a contar tu vida y milagros y quizás, venderlos al mejor postor?
Mucho cuidado con esa foto que subiste medio en broma o con las historias que subes en Instagram;
todo quedará en la dichosa nube, esperando que venga un ventarrón en tu vida
y zas, caiga un chubasco que haga añicos ese futuro brillante que anhelas.
So true, nuestra privacidad ya
ResponderEliminarFue invadida,!pero fuimos nosotros los
que abrimos la puerta.
Interesante presentación de como nos hemos tornado en una estadística y alimentamos al big data. Espero nuestra humanidad se sobreponga a esta invasión numérica matizada de una aparente deshumanizacion.
ResponderEliminarQUE MIEDO. CERRARÉ CASI TODO.....
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