Zambito
No es el helado de D'onofrio, bañado en chocolate, deli; es mi perrito bello, idolatrado al extremo. Nunca pensé que me volvería una de esas personas a las que siempre criticaba porque parecía que querían a sus mascotas, como a un hijo más!! Me puse peor!! 5 de mis 6 sentidos están puestos en él.
Me robó el corazón desde el primer malhadado momento que puso su patita en mi casa. Malhadado?? Sí, leyeron bien!!
Si bien lo amo con locura y pasión, debo reconocer que ahora mi casa huele a perro, ha destrozado mis muebles y adornos, y no hay un fin de semana que no me preocupe con quién queda, cómo queda, quién lo pasea, quién lo acompaña, con quién juega mientras salimos corriendo a almorzar, rezando porque no se le ocurra vengarse por osar dejarlo sólo.
Fuera de esas insignificancias, no hay un minuto que no piense en Zambito, solo deseando llegar a la casa para que me reciba como él sabe: desarmándose de tanto salto de felicidad...y podría jurar que toda mi familia siente lo mismo. Pensar que mis hijas me tendieron una trampa, trayendo por 20 minutitos a un Poodle Toy que de Toy sólo tiene el nombre, pues un año después es casi de mi tamaño...
Zambito querido: sólo te falta leer, pero sé que entiendes que no concebimos nuestra vida sin ti, pequeño Apestosín...
Conozco a Zambito y es digno de todo el cariño y respeto q merecen
ResponderEliminartodos los animalitos. Los amooo!!!
Mejor dicho imposible. Muchas cualidades. Una historia que deleita a los lectores
ResponderEliminarPequeño apestosín jajajaja mi vida entera es mi Zambito!! Cómo lo extraño, a mi negrito juguetón
ResponderEliminar¡El popular Zambito! muchas galletas para él
ResponderEliminarQue lindo y que suerte tiene Zambito.
ResponderEliminarLos perritos razonan y aman como lo hacen los niños, ojalá pudiéramos ser un poquito parecidos a ellos.
Zambito disfruta mucho a tu familia!!!!