TAN TAN TAN TAN

Marinera!!! Sí señor!! Medio Perú está bailando: limeña, serrana o norteña. La otra mitad de los que no bailamos, nos extasiamos observando la felicidad, coquetería, garbo y señorío de las parejas. Visto desde fuera, parece un mundo aparte. Todas las chicas son lindas, se les ve lindas y se sienten lindas. Buen punto para aprender marinera: te sube la autoestima al tope.  Los chalanes también tienen lo suyo y, si no, a cualquier hombre se le ve mucho mejor en terno!
No entiendo ni michi de la marinera pero imagino que es un diálogo que deviene en cortejo y luego en enamoramiento (esa es la historia mental que tejo al ritmo del baile). El pañuelo, la falda con un vuelo e-nor-me, ¿cuánta tela entra? y las blusas bordadas primorosamente. Todo cuesta carísimo pero no importa!  Aretotes que deben pesar kilos, moños lindos con flores y un maquillaje que es EL MAQUILLAJE. Todo se ve bellísimo, listas para sacar chispas al suelo, al ritmo de la guitarra y el cajón. Por fín!! Las horas de ensayo, más las cien  de espera hasta que te toque bailar, nada cuenta cuando sales a la pista. Concurses o no, despejas tu mente, te sientes única, sacas a relucir una energía y fuerza arrasadoras!!
Es tu tiempo, eres la dueña de la pista, eso se nota y en la cancha se respeta.
Tengo una amiga que empezó tarde, como terapia médica y no solo se curó, sino que pasó de alumna a profesora en corto tiempo y ahora es trome de tromes, respetada y admirada...
Tengo otra amiga que empezó entusiasmada pero lo dejó al poco tiempo porque no encontró chalanes a su gusto y medida, ya sabemos: la calle está dura. 
He visto bailar a parejas de esposos, de novios,  de hermanos, de salientes, de abuelas con nietos y a la inversa también. Hay mil categorías desde infantiles,  jóvenes, menos jóvenes, un poquito tíos, oro y pronto platino o titanio (como las tarjetas de crédito: tienes más línea de crédito cuando tienes más líneas en la cara) . No hay edad para gozar.
Es también un baile inclusivo con la categoría de la Unidad para personas especiales,  buenísima terapia: ejercitas memoria, organización, orden, disciplina y un sin fin de destrezas y aptitudes.
Cuando sea grande quiero aprender a bailar marinera!

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