Sueño americano

Hoy tengo un lonche con una amiga que se fue, como miles de peruanos, a "hacer la América" y lograr el celestial sueño americano.
Lo cierto es que a ella, como a la mayoría de los compatriotas que emigraron a causa de las variadas crisis económicas que hemos tenido, le fue muy bien, económicamente hablando: se casó con un "gringo", pudo comprar una casa en un lugar que parece Centroamérica por la cantidad de latinos, pero donde todo es más limpio, más ordenado, más verde y menos caótico. Adquirió y cambia cada dos x tres un carro del año y todo lo que el dinero de plástico aguante; también viste outfits con todas las marcas habidas y por haber. Más importante es que puede enviar remesas mensuales de dinero a sus padres y hermana (que, so far siguen sin chambear por aquí).
Viaja continuamente y visita los lugares más remotos y alucinantes, en unas vacaciones de ensueño (cortitas, eso sí, porque los estadounidenses no te dan un mes de vacaciones desde tu primer año de trabajo, como esta super potencia mundial llamada Perú).
Cuando tuve la oportunidad de emigrar, no lo hice, por diferentes razones y, ahora que quisiera, creo que ya se me pasó el tren.
Antes pensaba que los que emigraban lo hacían porque no habían conseguido trabajo, o sea no les había ligado en el Perú. Estaba -para variar- totalmente errada!  No solo se emigra para comprar una casita de ensueño y los matching Volvos con tu esposo. Se emigra para obtener, aparte de otra cultura y otro idioma, otras oportunidades no solo económicas sino de bienestar general, de paz y sosiego que, por estos lares, es cada vez más dificil  conseguir. Se emigra para estudiar en colegios y universidades con locales bien construidos y con laboratorios bien implementados. Con materiales actualizados. Se emigra para caminar por las calles con tu cartera y celular y saber que no te van a matar para robártelos (si tienes mala suerte, te pueden matar por otras razones, pero eso es tema del siguiente post).
Se emigra para vivir muy bien o, por lo menos, mejor de lo que vivías acá.
¿Se extraña la comida? El segundo mejor lomo saltado que he probado, lo comí allá. En este mundo globalizado encuentras todos los insumos, en todos lados.
¿Que la familia... que extrañas los amigos? La mitad ya radica allá, sacándote la lengua por no haberte ido.
Si eres joven y tienes la oportunidad, viaja! Unos buenos años, pueden mejorar la calidad de toda tu vida. Esfuérzate mucho y te deseo que cuando te sientas homesick, sea por unos pocos días.
Alas y buen viento!!

Comentarios

  1. Tu publicación es muy buen “La Senescienta” pero ese es solo un lado de la moneda. Porque por otro lado la verdad es que acá no se disfruta la vida como en el Perú, que a pesar de sus problemas e inseguridades la vida es mas simple.
    En el Perú, llega el vienes y es tu fin de semana. Te reúnes con amigos y familiares. Acá la familia esta en un estado diferente o una ciudad diferente y los “amigos” no son como los peruano del Perú. Acá, el peruano cambia.
    Las fiestas y reuniones en el Perú son eso, alegría con baileton, con comelona, con algunos tragos y de repente algo mas. Acá son, trago, drogas y sexo; de repente alguna “conversación”.
    Hay muchas cosas que los latinos no comentamos de USA para que nuestro amigos y familiares piensen que la vida acá es color de rosa, pero no es cierto. Se viene y se empieza de cero, se sufre. En muchos casos; a los 20, 30, 40 años siendo Jefe en el Perú se viene a limpiar baños o ser empleados domésticos o cortar jardines o ser un obrero en USA para empezar y a veces mas.
    Si es cierto que acá hay grandes oportunidades para nuestros hijo, si lo saben aprovechar. Gracias a Dios, los míos la hicieron, por lo menos hasta ahora. Y esa es la razón por la que estoy contento de haber venido para acá. Pero ni el dinero y ni las comodidades que tengo acá; tienen, ni tendrán el valor suficiente para cubrir lo que deje allá, en mi Perú.

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