La Senescienta

El 28 de junio, como hoy, pero en 1969, la famosa NYPD realizó una redada en un barcito común y silvestre, Stonewall Inn, en el no menos famoso barrio de Greenwich Village. No hubiera tenido la repercusión que tuvo, de no haber sido por un pequeño detalle: ese era de los pocos lugares en donde los gays eran aceptados, sin que los botasen a patadas, como era usual en la década del '60. Esa vez fue diferente: golpes van, golpes vienen, el suceso dio inicio a las famosas marchas del Orgullo en todo el mundo. Si estás pensando ¿orgullo de qué? o ¿por qué entonces no hacen marchas por el orgullo heterosexual? entonces no entiendes el tema. Este post no es para ti, amiguito ultra (lo ultra me parece bueno en detergentes, no en ideas). He escrito al respecto (El fin del mundo 1 y 2) y seguiré con la misma cantaleta hasta que entiendas que Dios nos quiere a todos por igual, heteros u homos, blancos y negros ¡hasta a nuestros congresistas los quiere! No diferencia a nadie. Lo...

Le voy encontrando sentido a mi blog. No es solo el hecho de estar frente al teclado, dale que dale. No es solo invadir tu privacidad y enviarte por WhatsApp algo que no me has pedido (gracias por no mandarme al cacho: siempre puedes bloquear números y nadie se entera). Resulta que pensaba que lo había iniciado con la pandemia, por puro aburrimiento y esa era la historia oficial. Pues, no. ¡empecé un año antes!  Ahora que mi memoria anda paseando por cualquier sitio, me sirve de agenda: hoy leí que hace cuatro años, con la primera ola del COVID (sin vacunas, con susto y desconocimiento) inicié mi taller de Creación literaria. Me cambió la manera de percibir las cosas. Me distrajo y divirtió horrores. En realidad, no debo utilizar el pasado, pues aun cuando nuestro profesor nos dejó, seguimos reuniéndonos todos los miércoles por Zoom, ¡desde hace cuatro años! Si eso no es ganas de escribir y más ganas de leer y opinar sobre lo que leemos ¡no sé qué es! Orgullosa de for...

¿Qué tanto piensas en las personas menos afortunadas que tú?, ¿sabes cómo se transportan, cómo se abrigan, qué comen? Nuestras sociedades se están volviendo menos empáticas. Estamos en déficit.  Primero YO, segundo YO y tercero YO.  Un ejemplo reciente me hizo pensar en este tema: le robaron el celular a una amiga y con ello se llevaron casi su vida. Tenía todo en el aparato: cuentas bancarias, redes sociales, correos institucionales, mil números de teléfonos en su agenda, pero ninguno en el cerebro. Fotos y más fotos de viajes y fiestas.  ¡Qué combo de desesperación, rabia e impotencia! Luego del shock debes conseguir un teléfono para bloquear lo bloqueable. Logró hacerlo en unos veinte minutos, suficiente para que los ladrones hagan de las suyas. Gran sorpresa fue enterarse que dos horas después del bloqueo seguían llegando mensajes por Facebook y WhatsApp a varias amigas, yo incluida, pidiendo dinero prestado “para una emergencia que más tarde me explicaría”. Dudé,...